Como dijo Andrés Manuel López Obrador en su famoso libro A mitad del camino, «este es el testimonio de lo alcanzado hasta ahora y de los desafíos pendientes», pero aquí no se trata de un gobierno, sino de las campañas que se han desarrollado en las tierras del Potosí porque, justamente, este fin de semana se llegó a la mitad del periodo que estipularon las autoridades electorales para que los candidatos a cargos federales; Presidencia de la República, senadurías y diputaciones, pudieran visitar a los potosinos, les expusieran sus respectivos proyectos y pidieran un voto de confianza rumbo a la jornada democrática del próximo 2 de junio.
En lo que respecta a la Presidencia, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez ya visitaron San Luis Potosí; la primera recorrió varios municipios, la segunda sólo vino a la capital. La abanderada de Sigamos Haciendo Historia tuvo que lidiar con el conflicto que representa la división de candidaturas porque, como se recordará, en la contienda por el Senado no hay alianza, así que se ve obligada a pedir un voto diferenciado. A la par, la candidata de Fuerza y Corazón por México enfrenta una guerra sucia para frenar su presencia en bardas y espectaculares, así como un equipo que nomás no ha sabido diseñar una estrategia efectiva de trabajo. En este último punto, los morenistas, verdes y petistas andan por las mismas. Jorge Máynez, dijeron que vendría a finales de marzo o principios de abril, pero no cumplió.
La lucha por el Senado está entre tres fórmulas, aunque hay otras dos que siguen en el juego. Las candidatas que aparecen con mejor posicionamiento son Rita Ozalia Rodríguez, Ruth González y Verónica Rodríguez; hay quienes dicen que el primer puesto ya está dado y que, en realidad, la posición que se están disputando es la primera minoría. Lo cierto es que nada está dado para nadie y quien cometa el error de confiarse será quien se quedará con las ganas.
Sobre las diputaciones federales, hay de todo; algunos candidatos ya sienten que tienen el triunfo en la bolsa y otros ya se sienten derrotados, de ahí que ya no le inviertan ni dinero ni energía. Aremy Velazco, Juan Carlos Valladares, David Azuara, Daniel Guillén, Luis Enrique López, Eira Noyola, José Luis Fernández y Óscar Bautista son los candidatos que han hecho más ruido. El último, por cierto, más por el rechazo que ha recibido que por el apoyo que debería tener.
Los partidos siguen divididos. Morena y el Verde no se quieren. El PRI y el PAN, aunque digan que se quieren, nomás no se pueden ver. Movimiento Ciudadano anda viendo qué se cae para recogerlo y quedárselo. Lo dicho, no hay nada para nadie.
Esta semana, a propósito, comenzarán las campañas locales, se esperaría que, con ellas, la contienda cobrara un impulso adicional y que la disputa por las alcaldías y las diputaciones del Congreso del Estado le pusieran el sabor que, a ratos, le ha faltado a este proceso.
Cavilaciones:
Primera: Menudo lío en el que se ha metido la CEGAIP que, otra vez, acumula meses sin pagar la renta de sus lujosas oficinas. David Menchaca también está en el año de Hidalgo así que “ingue su madre el que deje algo”.
Segunda: Una funcionaria de la SEGE, de nombre Gabriela, fue captada el 22 de marzo en evidente estado de ebriedad peleando con un automovilista al que amenazó de muerte en nombre del gobernador. Dicen que la folclórica mujer forma parte de un grupo de señoras que arrasa con todo en la Secretaría. Nadie les pone un freno, aseguran.
Tercera: Cuentan que el arzobispo, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, ya tiene una larga lista de petición de audiencia de candidatos a diversos puestos de elección popular. Don Jorge tendrá, como arzobispo de San Luis Potosí, su primer proceso electoral. En el territorio del Potosí, es un ritual sagrado para los candidatos acudir con el jerarca católico a pedir la bendición y, obviamente, a tomarse la foto para dejar evidencia de que ya se le cuadraron a Dios. Será interesante ver el manejo que le da a la tradición el señor Cavazos.