El café de olla, esa bebida aromática y reconfortante que forma parte de la cultura mexicana, tiene una historia que se remonta a la Revolución Mexicana. Según el chef e investigador Jorge Rodríguez Reyna, las «adelitas» preparaban café especiado y dulce para mantener a los soldados calientes y alertas durante las noches frías.
Aunque no hay documentación que lo confirme, se cree que la necesidad de mejorar el sabor del café viejo y recalentado llevó a las adelitas a añadirle especias como canela, piloncillo y anís estrella. De ahí nació el café de olla, una bebida que se caracteriza por su sabor intenso y dulce, y por su aroma especiado.
El nombre «café de olla» se debe al recipiente en el que se prepara: una olla de barro que le da un toque terroso a la bebida. Y aunque la receta tradicional solo lleva café, agua, piloncillo y canela, hay quienes le agregan otros ingredientes como anís estrella, clavo de olor o chocolate para darle un sabor aún más especial.
¿Cómo preparar un café de olla delicioso?
Para preparar un café de olla que supere incluso a los de los puestos callejeros, el chef Rodríguez Reyna recomienda agregarle anís estrella. Este ingrediente aumenta el sabor de la bebida y le da un toque único.
Ingredientes:
- 1 1/2 litros de agua
- 90 gramos de piloncillo
- 1 raja de canela de 10 cm
- 1 pieza de anís estrella
- 45 gramos de café tostado molido
Preparación:
- En una olla, de preferencia de barro, coloca el agua, el piloncillo, el anís y la raja de canela.
- Deja que hierva hasta que el piloncillo se disuelva por completo.
- Agrega el café molido y mezcla bien.
- Tapa la olla y apaga el fuego.
- Deja reposar durante 8 minutos.
- Cuela el café de olla y sírvelo caliente.
Disfruta de una taza de café de olla, una bebida con historia y sabor únicos.