En la celebración de Semana Santa, es común encontrar plantas como la «corona de Cristo» (Euphorbia milii) adornando los hogares mexicanos. Sin embargo, ¿cuál fue la planta utilizada para la cruel corona de espinas que se colocó en la cabeza de Jesús?
Expertos botánicos sugieren dos especies que pudieron haber sido utilizadas para hacer la corona de espinas: la espina siria de Cristo (Ziziphus spina-christi) y la espina de cristo (Paliuris spina-christi). Ambas especies reciben su nombre científico y común en referencia a la corona de Cristo, pero la distribución geográfica inclina la balanza hacia la espina siria, más abundante en la región de Jerusalén hace 2000 años.
Estas plantas, pertenecientes a la familia Rhamnaceae, presentan espinas filosas cerca unas de otras, lo que las hace aptas para formar una corona. Las pruebas forenses realizadas al Sudario de Turín sugieren un escenario terrorífico para la cabeza de Jesucristo, con una corona que cubría desde la frente hasta la coronilla, causando un dolor extremo.
Independientemente de las creencias religiosas, considerar el sufrimiento causado por esta corona nos muestra la crueldad humana. Aunque no se conoce con certeza la especie exacta utilizada, los científicos sugieren que fue la espina siria de Cristo, dadas sus características y su ubicación histórica.
Es interesante observar cómo estas plantas, aunque no estén directamente relacionadas con la historia religiosa, se han convertido en símbolos importantes en celebraciones como la Semana Santa. La corona de Cristo nos recuerda no solo el sufrimiento de Jesucristo, sino también la naturaleza simbólica que puede tener la flora en la cultura y la tradición.
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