La temporada de huracanes inicia el 1 de junio y los servicios meteorológicos han alertado sobre la posibilidad de que este año exista una cantidad elevada de estos fenómenos climáticos, además, los científicos siguen informando sobre distintos factores que provocan estos sucesos.
Las altas temperaturas de los océanos en especial de la superficie, son un factor de riesgo para que se genere un huracán de categorías mayores y peligrosas, que afectan en mayor medida a ciudades costeras, pero también llega a causar problemas en otros puntos más alejados con fuertes lluvias y ráfagas de vientos riesgosas.
¿Cómo se produce un huracán?
El proceso para la formación de cualquier ciclón tropical (conocidos como huracanes, tifones o ciclones según su ubicación) es la interacción y combinación de temperaturas oceánicas cálidas y la ausencia de lo que se conoce como cizalladura del viento (cambios de dirección y velocidad del viento).
El agua debe estar a una temperatura mínima de 26 grados centígrados, para funcionar con el aire caliente como un combustible para los huracanes. Sin embargo, el nivel de una tormenta depende en mayor medida del contenido de calor en los primeros 100 metros de profundidad del océano, explica Matt Rosencrans, del Centro de Predicción Climática de la NOAA.
Expertos en el tema recomiendan ampliamente que quienes vivan en zonas propensas a estos eventos, especialmente en torno al Caribe y el Golfo de México, deben prepararse y estar alertas a las medidas de seguridad que ofrezcan las autoridades locales.
Seguiremos informando.
