En un preocupante informe presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), se reveló que más de 1,050 millones de toneladas de alimentos fueron desperdiciados en todo el mundo durante el año 2022. Este alarmante dato destaca especialmente en un contexto en el que aproximadamente un tercio de la población mundial se enfrentaba a la inseguridad alimentaria.
La directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen, calificó el desperdicio de alimentos como una tragedia mundial, destacando que millones de personas sufren hambre debido a este problema que se extiende a nivel global.
El informe, titulado «Piensa, come, ahorra. Seguimiento de los avances para reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos», fue realizado en colaboración con la organización asociada WRAP. Su objetivo es proporcionar una estimación mundial del desperdicio de alimentos a nivel de minoristas y consumidores, así como sugerir mejores prácticas para reducir a la mitad el desperdicio para 2030, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Según el informe, del total de alimentos desperdiciados, el 60% proviene de los hogares de todo el mundo, seguido por un 28% de los servicios de alimentación y un 12% del comercio minorista. Esto equivale a que cada persona desperdició un promedio de 79 kilogramos de comida al año, con un impacto significativo en el medio ambiente, ya que el desperdicio de alimentos genera entre un 8% y un 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Además, el informe destaca que el problema del desperdicio de alimentos no se limita a los países ricos, ya que los países de diferentes niveles de ingresos desperdician una cantidad similar de alimentos por persona en promedio.
Solo cuatro países del Grupo de los Veinte (G20) y la Unión Europea (UE) cuentan con estimaciones adecuadas sobre el desperdicio de alimentos para realizar un seguimiento de los progresos hasta 2030, lo que resalta la necesidad de una mayor acción coordinada a nivel global.
Ante esta preocupante situación, la directora general de WRAP, Harriet Lamb, hizo un llamado a una mayor acción coordinada en todas las cadenas de suministro para garantizar que los alimentos alimenten a las personas y no a los vertederos.
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