El impacto de la película «Oppenheimer», dirigida por Christopher Nolan, ha trascendido la pantalla grande, no solo en términos de éxito comercial, con casi mil millones de dólares en taquilla, sino también en la revitalización de la comunidad de Los Álamos en Nuevo México.
La cinta, que se sitúa en gran parte en Los Álamos, donde se desarrolló el laboratorio secreto relacionado con la creación de la bomba atómica, ha generado un aumento notable en el turismo hacia esta discreta localidad del suroeste de Estados Unidos. Lugares emblemáticos como la Casa Oppenheimer y el edificio Fuller Lodge han sido inundados por visitantes desde su estreno en julio del año pasado, con un aumento del 68% en las visitas, según las autoridades locales.
Este incremento en el turismo no solo promete un impulso económico para la región, sino que también podría contribuir a la restauración de importantes sitios históricos, como la antigua casa de J. Robert Oppenheimer y su familia, con la esperanza de recaudar los 2 millones de dólares necesarios.
La decisión de Nolan de filmar gran parte de la película en los auténticos edificios de Los Álamos, donde ocurrieron los hechos, ha emocionado a la comunidad local. Incluso la construcción de una réplica a escala real del pueblo permitió al director capturar la esencia histórica desde cualquier ángulo en todo momento.
Sin embargo, es importante destacar que Los Álamos es mucho más que un escenario de película. A una hora de distancia en coche, esta moderna localidad sigue albergando un laboratorio gubernamental gigante y secreto, responsable de salvaguardar el arsenal nuclear estadounidense.