El líder opositor ruso Alexéi Navalni fue enterrado en el cementerio Borísovo de Moscú, marcando el final de una emotiva jornada donde miles de seguidores lo acompañaron para rendirle homenaje.
El féretro con el cuerpo del político llegó al camposanto desde una iglesia en el sureste de la capital rusa, donde se llevó a cabo el velatorio. Mientras sonaba la canción “My Way“, de Frank Sinatra, una de las favoritas de Navalni, sus aliados destacaron la ceremonia fúnebre en una transmisión en directo.
Decenas de miles de seguidores, incapaces de ingresar a la iglesia, se congregaron en el cementerio con flores en mano, expresando su apoyo al líder opositor. «Rusia será libre», «Rusia sin Putin», «Navalni, estamos contigo», resonaban entre la multitud.
Los moscovitas, conmovidos por la situación, también expresaron sus disculpas a los padres de Navalni a su salida de la iglesia tras el velatorio. La madre del opositor, Liudmila, había denunciado previamente que las autoridades retrasaron la entrega del cuerpo de su hijo por más de una semana después de su fallecimiento.
Mientras tanto, el Kremlin advirtió sobre posibles represalias legales contra quienes participaran en manifestaciones no autorizadas durante los funerales de Navalni. El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, afirmó que cualquier reunión no autorizada constituiría una violación de la ley y sería castigada en conformidad con la legislación vigente.
La figura de Navalni, visto como la conciencia nacional por muchos, atrajo a una amplia gama de personalidades a sus funerales, incluido Yevgueni Roizman, ex alcalde de Yekaterimburgo, y Boris Nadezhdin, aspirante a la Presidencia rusa.
Navalni, quien sobrevivió a un envenenamiento atribuido a las autoridades rusas, regresó a Rusia en 2021 y fue detenido de inmediato, condenado en 2022 a nueve años de prisión por «fraude y desacato a tribunales rusos». Su muerte en una prisión cerca del círculo polar ártico el 16 de febrero de 2024 ha desencadenado acusaciones de asesinato contra el presidente ruso, Vladímir Putin, por parte de sus allegados y correligionarios.
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