Cada año, la noche del primer viernes de marzo, los caminos de Catemaco, Veracruz, se iluminan con veladoras y antorchas mientras se llevan a cabo desfiles y rituales en lo que se conoce como la «tierra de los brujos». Este evento, que atrae a numerosos turistas, convoca a adeptos del misticismo, el esoterismo y la brujería de todas partes de México.
En este enclave mágico, ubicado a unos 160 kilómetros del Puerto de Veracruz, los visitantes participan en limpias, rituales y invocaciones a los dioses para mejorar su energía espiritual. El propósito es recargarse energéticamente para afrontar el resto del año con renovadas fuerzas y mayores oportunidades en todos los aspectos de la vida, ya sea amor, abundancia o prosperidad.
Pero más allá del fervor del primer viernes de marzo, Catemaco merece ser visitado en cualquier momento del año. Situado en la zona de Los Tuxtlas, conocida por sus bellezas naturales, este lugar destaca por su laguna encantada, la isla de Catemaco, la tradición de sus brujos y la energía que emanan sus bosques. Enclavado en la Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas, Catemaco es considerado una de las selvas más vibrantes de México.
La fama de Catemaco se remonta a la época prehispánica, cuando los olmecas, totonacas y nahuas habitaban la región. Desde entonces, este destino ha cautivado a visitantes con su aura de misticismo, escenarios naturales impresionantes y una rica tradición cultural que se manifiesta en cada rincón de esta encantadora localidad.