La asexualidad es un término que con frecuencia se malinterpreta. A menudo se asume que las personas asexuales carecen completamente de vida sexual, pero esta percepción es incompleta. En realidad, una persona asexual no experimenta atracción sexual hacia otras personas o la experimenta con una frecuencia notablemente baja.
Sin embargo, es importante distinguir entre atracción sexual y deseo sexual, ya que las personas asexuales pueden experimentar deseos o necesidades de masturbarse cuando están solas.
La baja libido, conocida como hipodeseo, es diferente de la asexualidad. Mientras que el hipodeseo suele tener desencadenantes identificables, la asexualidad se considera una orientación sexual innata, sin que exista un problema subyacente.
La asexualidad no es una enfermedad y no requiere tratamiento, ya que no tiene un impacto negativo en el bienestar de la persona. Además, no está relacionada con traumas, fobias o creencias restrictivas sobre el sexo. No es una elección, como el celibato o la abstinencia, sino una orientación sexual válida.
Las personas asexuales pueden experimentar relaciones emocionales o intelectuales significativas, aunque no sientan atracción sexual. Algunas pueden optar por mantener relaciones sexuales por diversas razones, mientras que otras eligen abstenerse.
Dentro de la asexualidad, existen diversas categorías, como la demisexualidad, en la que la atracción sexual solo se experimenta después de establecer un vínculo emocional, y la asexualidad gris, en la que la atracción es infrecuente y limitada.
Las características comunes de la asexualidad incluyen la falta de excitación sexual hacia otras personas, la ausencia de deseos sexuales y la incomodidad al discutir el tema con amigos o familiares. No hay eventos específicos que causen esta falta de atracción, y aunque la asexualidad no es un problema en sí misma, puede generar desafíos en relaciones con parejas sexuales.
Es fundamental comunicar abiertamente la orientación sexual a potenciales parejas y, en algunos casos, buscar orientación profesional para resolver dudas sobre identidad y orientación sexual. La comprensión y aceptación de la diversidad sexual son esenciales para construir una sociedad inclusiva y respetuosa.
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