La historia de Sandra Sultzer es un trágico recordatorio de los riesgos que pueden surgir cuando la tecnología médica falla. Sandra, una paciente que había sido sometida previamente a una cirugía por cáncer de colon en 2021, experimentó complicaciones posteriores que la llevaron a una segunda operación en 2022.
Durante esta segunda intervención, un robot cirujano participó en el procedimiento. Sin embargo, algo salió terriblemente mal. El robot, por razones aún desconocidas, experimentó una fuga de energía o electricidad lo suficientemente potente como para quemar y desgarrar el intestino delgado de Sandra, lo que resultó en su fallecimiento.
El esposo de Sandra decidió tomar acciones legales contra la empresa responsable del robot cirujano, argumentando que existían conocimientos previos sobre posibles fallas en el dispositivo, lo que representaba un peligro para los pacientes.
La cirugía intestinal, también conocida como resección del intestino delgado, es un procedimiento en el que se extirpa una parte del intestino debido a obstrucciones, enfermedades, tumores u otras afecciones graves. La recuperación de esta cirugía puede ser variable y depende de varios factores, incluida la salud previa del paciente y la extensión de la resección intestinal.
Este trágico incidente sirve como un recordatorio de la importancia de abordar las preocupaciones sobre la seguridad y el funcionamiento de la tecnología médica, así como de informar a los pacientes sobre los posibles riesgos asociados con cualquier procedimiento quirúrgico.
Seguiremos informando.