La Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ha decidido reabrir la investigación sobre la muerte del renombrado poeta chileno Pablo Neruda, ocurrida 12 días después del golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet en septiembre de 1973. Esta determinación fue confirmada por la familia del Premio Nobel, quienes son querellantes en la causa.
El fallo unánime emitido por el juzgado la noche del lunes establece que «no se encuentra agotada la investigación» y que existen diligencias pendientes que podrían contribuir al esclarecimiento de los hechos. La jueza a cargo del caso, Paola Plaza, debe determinar si la muerte de Neruda fue causada por el cáncer de próstata avanzado que padecía o si fue envenenado por agentes de la dictadura.
Elizabeth Flores, abogada de la familia, destacó la importancia de esta decisión y afirmó que después de 14 años de lucha, han logrado reactivar la investigación sobre la muerte del poeta. La tesis del envenenamiento fue inicialmente planteada por el chófer y secretario personal de Neruda, Manuel Araya, y ha sido respaldada por un segundo panel de expertos que encontró toxina botulínica en una muela del poeta.
La pesquisa, que ha involucrado a tres paneles de expertos internacionales, tuvo un giro significativo en 2017 cuando se descartó la versión oficial sobre la causa de la muerte y se encontraron pruebas de la presencia de la bacteria «clostridium botulinum» en el cuerpo de Neruda. Este último fallo de la corte también ordena realizar nuevas diligencias, incluyendo un peritaje caligráfico del certificado de defunción y la revisión de los informes periciales realizados por las universidades de McMaster y Copenhague.
Rodolfo Reyes, sobrino del poeta y querellante en el caso, expresó su esperanza de que este paso lleve a un esclarecimiento definitivo sobre la muerte de su tío. La incógnita sobre cómo la toxina botulínica llegó al cuerpo de Neruda sigue siendo una pregunta clave en esta investigación.
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