En una operación aérea llevada a cabo a las 16:00 h local de Washington, Estados Unidos realizó bombardeos exitosos contra más de 85 objetivos e instalaciones vinculadas a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y grupos proiraníes en Irak y Siria. El operativo fue una respuesta directa a un ataque con dron perpetrado el pasado domingo en Jordania, cerca de la frontera con Siria, que resultó en la muerte de tres soldados estadounidenses y 40 heridos.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, describió la operación como «exitosa» y señaló que están en las primeras etapas de evaluación de los daños. El ataque utilizó más de 125 municiones de precisión y se dirigió a 85 objetivos y siete instalaciones, tres en Siria y cuatro en Irak.
Los objetivos atacados incluyeron centros de operaciones, centros de inteligencia, cohetes y misiles, almacenes de drones e instalaciones logísticas relacionadas con los recientes ataques de grupos proiraníes contra las fuerzas estadounidenses.
Kirby aseguró que se seleccionaron cuidadosamente los objetivos para evitar bajas civiles, basándose en evidencia irrefutable de su relación con los ataques a personal estadounidense en la región. La operación tenía como objetivo no solo enviar un mensaje a las fuerzas iraníes, sino también degradar y acabar con sus capacidades militares de manera robusta.
El Gobierno estadounidense advirtió previamente al Gobierno iraquí sobre la operación, pero no ha tenido comunicación con Irán desde el ataque que resultó en la muerte de los tres soldados. Joe Biden destacó que la respuesta de Estados Unidos no se limita a este momento y lugar, señalando que continuará en los momentos y lugares que Washington considere necesarios.
Como consecuencia de los bombardeos, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de al menos 23 muertos en el este de Siria, mientras que el Gobierno iraquí denunció 16 personas fallecidas, incluyendo civiles, en el oeste de Irak. Estos ataques marcan una escalada en la tensión en la región, donde grupos armados proiraníes han llevado a cabo acciones contra objetivos estadounidenses en las últimas semanas.
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