Cuantos de nosotros hemos pasado por momentos en el día en el que quisiéramos presionar un botón para resetear o iniciar una vez más nuestro estado de ánimo, y es que con todas las noticias que hay hoy en día, sumado al estrés del trabajo, la escuela o la familia, es de suma importancia generar estrategias para volver a la calma y ¿por qué no? A la alegría.
Mucho se habla de la importancia y los beneficios que trae consigo el hacer ejercicio, pero la verdad es que a muchos nos cuesta un poco más mantener estos hábitos, ya sea por cuestión de tiempo o simplemente por falta de disciplina, pero no todo está perdido, pues si bien el ejercicio es una estrategia fenomenal para deshacernos del estrés y resetear nuestro día a día, no es lo único que podemos hacer.
Bailar es una de las mejores cosas que puedes incluir en tu rutina diaria para ser más inteligente pero también para ser más feliz. ¿Por qué? Porque también ayuda a tener emociones más positivas, nos relaja, reduce el estrés, y también la depresión. Por no hablar que es una actividad aeróbica que se puede hacer a cualquier edad y nos ayuda a vivir más.
Eso es lo que encontraron los investigadores de la Universidad de Tsukuba, quienes analizaron los beneficios de bailar a intensidad ligera en personas a quienes les gusta moverse al ritmo de sus canciones preferidas.
Según explica Christopher Bergland, el estudio confirmó que algo tan divertido como bailar a ritmo medio, es decir, sin necesidad de que te falte el aliento, te ayuda a resetear tu estado de ánimo y además a ser más inteligente.
La clave está en que tienes que sentirlo, te tiene que gustar la música y tiene que salirte de forma natural el moverte al ritmo de la canción, no hace falta seguir una coreografía, simplemente disfrutar del momento y moverse.
Si la música para bailar no es tu favorita, entonces será más complicado porque de acuerdo con el estudio, este tipo de personas no llegan a tener la sensación de excitación necesaria para que funcionara. De hecho, sus resultados en las pruebas de función ejecutiva fueron más bajas.
Nada pierdes con intentarlo, quizá no todo el tiempo tengas el espacio para hacerlo, pero cuando sientas que estas teniendo un mal día o simplemente quieres despejarte de todo el ajetreo pon tu canción favorita, siéntela y baila al ritmo que tu cuerpo decida, siéntete libre, enfócate en la música y libérate de todo eso que llevas cargando.
Estefanía López Paulín
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