Los incendios que afectan a Bogotá desde hace cuatro días han generado una serie de consecuencias significativas, impactando tanto en la operación del aeropuerto internacional como en la salud de la población.
El humo resultante de los incendios ha afectado la visibilidad en el Aeropuerto Internacional El Dorado, llevando a la restricción de operaciones. Se han cancelado 48 vuelos y 16 fueron desviados a otros aeropuertos, afectando a un total de 138 vuelos. La operación se encuentra en proceso de normalización, según la autoridad aeronáutica.
Las autoridades de Bogotá han recomendado el uso de cubrebocas para prevenir enfermedades debido a la exposición al humo. Además, algunos colegios han cancelado clases presenciales, y la Universidad Javeriana ha tomado medidas similares.
Más de 300 bomberos, soldados y policías trabajan arduamente para controlar los incendios que han afectado diferentes puntos de la cadena montañosa que rodea la capital colombiana.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, hizo un llamado a la población cercana a los focos de incendio para que utilice tapabocas y tome precauciones. Se ha recomendado evitar hacer ejercicio al aire libre, cerrar ventanas y dejar toallas mojadas debajo de las puertas.
La situación ha llevado al alcalde a solicitar apoyo internacional, comunicándose con los embajadores de Estados Unidos, Chile y España. Se ha activado un protocolo para solicitar ayuda a los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Desde el 3 de noviembre, se han registrado 336 incendios forestales en 174 municipios colombianos, devastando al menos 6,618 hectáreas de vegetación. La situación se ha agravado debido al fenómeno de «El Niño» y el cambio climático.
La población ha experimentado molestias en los ojos y garganta debido a la densa capa de humo. La ceniza caída ha generado incomodidades, y los transeúntes en zonas afectadas utilizan mascarillas para protegerse.
El presidente Gustavo Petro declaró «calamidad pública» en el centro del país y ordenó el uso de helicópteros de la Fuerza Aérea para combatir las llamas. Estados Unidos, Chile, Perú y Canadá han respondido positivamente al llamado de ayuda.