Aunque es bien sabido que la Ley Electoral es la única que, precisamente, puede determinar en qué condiciones, con qué reglas y bajo qué circunstancias se puede desarrollar un proceso electoral en San Luis Potosí, hay muchos entes, perfiles e individuos que quisieran poner sus propias reglas y que le juegan al quehacer legislativo cuando, en realidad, exceden sus funciones y corren el riesgo de salir quemados.
Resulta que, de un momento a otro, a algún integrante del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (CEEPAC) se le ocurrió la grandiosa idea de que hacer un reglamento para «poner orden» al proceso democrático que ya se vive en las tierras del Potosí, sin embargo, dicha normativa contraviene con muchos principios establecidos en la ley, ahora, el CEEPAC quiere que sus chicharrones truenen para no quedar en ridículo, aunque esto implique ir en contra de la ley.
El juicio para la protección de sus derechos políticos y electorales que presentó el alcalde capitalino, Enrique Galindo, ante el Tribunal Electoral del Estado es sólo una muestra de todo lo que está mal con el dichoso reglamento del CEEPAC, porque, de aplicarse tal como lo diseñaron, sería un documento que, a todas luces, violaría los derechos de muchos potosinos. Y no, no es Enrique el centro de este asunto. Así como él, muchos otros alcaldes que buscarán reelegirse, quedarían imposibilitados para hacerlo.
Es curioso, porque la presidenta, Paloma Blanco, ha demostrado tener conocimiento pleno del trabajo que está haciendo. Por eso se cree que hay una mano perversa detrás de todo este asunto, una mano que burló, incluso, el poder del pleno. Los primeros reportes, como dirían las autoridades investigadoras, apuntan a un consejero que, durante un buen tiempo, trabajó en el despacho del difundo Cándido Ochoa, aunque también hay indicios que involucran a una consejera que, queriendo y no, cayó en los brazos de la tentación.
La travesura ya está hecha, pero no es definitiva. Los consejeros deben tener en cuenta que no pueden pisotear la ley, que ellos no legislan y que, al final, su función se centra en organizar elecciones y defender la decisión y la vida democrática de los potosinos.
Cavilaciones:
Primera: Hace algunos días, hubo un episodio extraño en el domicilio de Omar Valadez Macías, secretario de Finanzas del Gobierno del Estado. Alguien en el Gallardato se anda pasando, peligrosamente, de listo. La historia corre con muchas conjeturas por los pasillos de la Fiscalía y en chats de policías. Dios nos libre
Segunda: Los grillos afirman que, en todas las encuestas de los últimos meses, Morena sale en primer lugar y que, en la Capital, Gabino Morales el único que podría ganarle a Enrique Galindo ¡Zaz!
Tercera: Circula con profusión un audio en el que, el actual alcalde de Cárdenas, Jorge Omar Muñoz Martínez, mejor conocido como “Melones”, despotrica con singular alegría en contra del gobernador Ricardo Gallardo. El Partido Verde apostó por este edil para una diputación local a pesar de que tiene acusación por abuso contra niños y muchas otras atrocidades que, tal parece, nadie quiere ver.