Los lavados o duchas nasales, una práctica de enjuague de los senos paranasales, emergen como una herramienta beneficiosa para la salud, según una revisión de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estos enjuagues, cuando se realizan correctamente, ofrecen una variedad de beneficios para el bienestar nasal y respiratorio.
Los lavados nasales, que implican el movimiento de una solución acuosa a través de los conductos nasales, son especialmente eficaces para eliminar mucosidad, desechos y alérgenos, como el polen, que pueden acumularse en la nariz. Además, según la UCLA, un estudio reveló que pacientes con problemas crónicos de senos nasales experimentaron una mejora del 60% en la gravedad de los síntomas al realizar lavados nasales diarios.
Algunos de los beneficios clave de los lavados nasales incluyen:
1. Eliminación de Mucosidad Ligera: Ayudan a limpiar la mucosidad y despejar las fosas nasales.
2. Humedecimiento de las Fosas Nasales: Ofrecen alivio en entornos secos, manteniendo las fosas nasales hidratadas.
3. Eliminación de Alérgenos: Ayudan a deshacerse de polvo, polen y otros alérgenos presentes en la nariz.
4. Dilución de Mucosidad Espesa: Facilitan la expulsión de mucosidad espesa y persistente al sonarse la nariz o toser.
Además de proporcionar alivio para síntomas como infecciones sinusales, alergias, resfriados y gripe, los lavados nasales pueden reducir la necesidad de antibióticos en infecciones sinusales agudas y crónicas, según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU.
Es fundamental realizar los lavados nasales correctamente para evitar posibles efectos secundarios menores y temporales. Según los Institutos Nacionales de Salud, estos pasos son esenciales:
1. Llenar el dispositivo con solución salina.
2. Inclinar la cabeza hacia un lado sobre un lavabo o bañera. Respirar por la boca.
3. Vierta o apriete suavemente la solución en una fosa nasal. El agua saldrá por la otra fosa nasal.
4. Ajustar la inclinación de la cabeza para evitar que la solución vaya hacia la garganta o los oídos.
5. Repetir en el otro lado.
6. Sonarse la nariz suavemente para eliminar restos de agua o mucosidad.
Es esencial utilizar solución salina adecuada, como agua destilada, hervida o filtrada, para evitar infecciones. Aunque los lavados nasales han evolucionado a lo largo de la historia, su impacto positivo en la salud respiratoria destaca su importancia en la atención personal.