En las últimas 24 horas, al menos 135 residentes de la Franja de Gaza perdieron la vida a causa de los bombardeos llevados a cabo por las fuerzas israelíes, según informes del Ministerio de Sanidad de Gaza. El área más afectada fue Jan Yunis, en el sur del enclave, que también experimenta un nuevo apagón de las comunicaciones desde ayer.
Desde el inicio del conflicto, los registros oficiales indican que la cifra total de muertos en Gaza asciende a 23,843, con estimaciones adicionales de alrededor de 8,000 cuerpos bajo los escombros. Además, se reportan 60,317 personas heridas, según el último recuento del Ministerio de Sanidad controlado por Hamás.
El Gobierno de Hamás denunció que la fuerza aérea israelí lanzó un «cinturón de fuego» sobre varios barrios en Jan Yunis, donde se cree que podría estar escondido Yahya Sinwar, líder de Hamás. La ciudad de Rafah, supuestamente segura en el extremo sur del enclave, también fue blanco de ataques aéreos, resultando en la muerte de al menos 10 civiles, incluidos niños.
La destrucción de las infraestructuras ha afectado gravemente las comunicaciones y los servicios de internet en Gaza, que sufre su séptimo apagón desde el inicio de la ofensiva. La Media Luna Roja Palestina ha perdido la comunicación con sus equipos en Gaza, dificultando aún más la prestación de servicios de ambulancia y atención a los heridos. La falta de combustible debido al asedio agrava la situación y provoca cortes frecuentes.
El Ministerio de Sanidad de Gaza calificó la situación como «la guerra más criminal y sangrienta de la historia», denunciando los «crímenes de genocidio» cometidos por Israel en la Franja de Gaza. La ONU y la comunidad internacional han instado a un alto el fuego inmediato y a buscar soluciones diplomáticas para poner fin al conflicto.
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