Para el coordinador de la Licenciatura en Psicología de la UASLP, Dr. Alejandro Valladares González, acudir a psicoterapia, orientación psicológica o al psiquiatra, no es sinónimo de la existencia de un trastorno mental o alguna psicopatología, al considerar que todos tenemos procesos de vida, que de alguna u otra forma nos motivan e invitan hacer algo por nuestra salud mental.
Señaló que las psicopatologías van evolucionando a lo largo de los años y en la actualidad ciertas situaciones generan curiosidad científica de ver cómo evoluciona el tema de la depresión y todos los componentes, la ansiedad, adicciones, “últimamente a partir de la pandemia se ha visto un aumento de los trastornos bipolares que pone focos rojos en los temas de investigación, creación y desarrollo de tratamientos, así como supervisión”.
Respecto a cuál sería la población más afectada con estos padecimientos, el especialista mencionó que está focalizado a temas de depresión y bipolaridad, precisamente en el tema de la población adulto-joven, la fuerza laboral, los que están terminando sus carreras, adaptándose a las nuevas realidades, cambios, tanto a nivel político, social, económico.
“Seguramente hay ciertos predisponentes que en algún momento implican estar supervisándonos y atendiéndonos para identificar cualquier síntoma o señal de alerta”.
Valladares González comentó que la solicitud de consultas ha aumentado a la fecha, dentro de los Colegios de Psicólogos se ha advertido esta situación, y se tienen detectadas distintas variables que promueven que una persona vaya o no con el psicólogo, entre ellos están los costos.
Consideró importante mencionar que diferentes programas institucionales a nivel público y privado promueven la consulta a bajo costo, incluso, algunos de manera gratuita con excelente respuesta por parte de la ciudadanía.
También citó a los servicios privados que últimamente han logrado gran respuesta, sobre todo, por esta población joven que ha adquirido la conciencia en relación a la salud mental, adultos medianos y niños, sobre todo en el contexto escolar donde se han presentado señales de alerta.
El catedrático de la Facultad de Psicología de la UASLP señaló que en el semáforo de atención médica cada ser humano tiene una personalidad identificable y cuando se lleva un tiempo conviviendo con esa persona se le conocen sus cambios en comportamientos, hábitos de vida, personalidad.
“Probamente son los primeros indicadores que señalan la presencia de algo emocional, así como el desinterés o desmotivación hacia actividades que antes se disfrutaban, el aumento de conductas nocivas como fumar en exceso, beber, consumo de sustancias, problemas interpersonales, disfunción en las actividades escolares o laborales”.
Finalmente invitó a la población priorizar la salud mental y depositar la confianza en los profesionales.
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