Cada 21 de diciembre se conmemora el Día Nacional del Niño con Cáncer, con el objetivo de concientizar a la sociedad sobre esta enfermedad, para que todas las niñas, niños y adolescentes tengan las mismas oportunidades de curación, señaló el M.S.P. Oswaldo Carranza Betancourt, Responsable del Registro de cáncer de Niñas, Niños y Adolescentes de los Servicios de Salud de Gobierno del Estado.
El cáncer infantil, es una patología que afecta a niñas y niños en edades muy tempranas, consiste en un crecimiento anormal de células malignas que se diseminan en el interior del cuerpo. En el estado se cuenta con la Unidad Médica Acreditada localizada en el “Hospital Central Dr. Ignacio Morones Prieto”, en dónde se diagnostican alrededor de 68 casos de cáncer en niñas, niños y adolescentes siendo los principales tipos las leucemias, los linfomas y los tumores del sistema nervioso central.
Los Servicios de Salud de San Luis Potosí emprenden acciones encaminadas a realizar una detección oportuna, entre ellas destacan la aplicación de la Cédula de Sospecha de Signos y Síntomas de Cáncer en Niñas, Niños y Adolescentes durante la “Consulta del Niño Sano”, capacitaciones dirigidas al personal de salud, así como pláticas informativas sobre la detección oportuna de signos y síntomas de sospecha de cáncer a madres, padres y cuidadores en las unidades de Salud de las siete Jurisdicciones Sanitarias.
El cáncer infantil no es prevenible, pero puede detectarse oportunamente. Los signos y síntomas que pueden presentarse son, fiebre recurrente o persistente, palidez, puntitos rojos y moretones sin causa, sangrados (en encías y nariz), debilidad, pérdida de peso, dolor de cabeza intenso y persistente, ausencia de reflejo rojo en el ojo, presencia de estrabismo (bizcos), proptosis (protrusión de uno o ambos globos oculares), presencia de ganglios o bolitas en cuello, axilas, ingles, presencia de masas en abdomen, dolor intenso de huesos.
Carranza Betancourt , compartió algunos factores protectores para disminuir el riesgo de cáncer en niñas, niños y adolescentes, como promover la lactancia materna, evitar el consumo excesivo de carnes rojas, alimentos fritos o ahumados, realizar actividad física mínimo durante 30 minutos al día, consumir frutas y verduras, utilizar protectores contra la luz de los rayos solares, evitar consumo de sustancias nocivas como el alcohol, tabaco y drogas; vacunación contra la hepatitis B y el virus del papiloma humano, así como tener orientación e información sobre salud sexual y reproductiva. La detección temprana y el tratamiento oportuno mejoran las probabilidades de sobrevida.