Claudia Sheinbaum Pardo, la precandidata a la Presidencia de la República por la coalición Sigamos Haciendo Historia, donde suman esfuerzos Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, estará de visita este martes 19 de diciembre en las tierras del Potosí y, con ello, una vez más vuelven a encenderse los ánimos entre aquellos grupos que buscan ganarse su amor para que, ante un posible triunfo en la jornada electoral del primer domingo de junio, puedan presumir que fue gracias al esfuerzo de fulano o sutano.
A pesar de todos los esfuerzos, Claudia no ha logrado hacer clic con los potosinos. De poco o nada le han servido las imitaciones del presidente López Obrador, tampoco ha pegado su discurso de que, con ella, continuará la Cuarta Transformación, ni los programas, ni las becas. La figura de Claudia es ambigua en San Luis Potosí y, sin duda, se le conoce por el trabajo forzado que han realizado dos perfiles (como líderes de sus respectivos grupos; el gobernador Ricardo Gallardo y el exdelegado del Bienestar, Gabino Morales.
Desde las cúpulas nacionales, se dio la orden de que se debía trabajar para concretar el proyecto de Claudia, pero, en lo local, la instrucción no fue bien recibida. Existen grandes diferencias entre un grupo y otro, tanto que han protagonizado varios enfrentamientos en los que se han recordado el 10 de mayo y han estado a nada de agarrarse a golpes por el amor de la precandidata.
Los morenos, encabezados por Gabino, insisten en que sólo el Movimiento de Regeneración Nacional representa a la 4T y que es con ellos con quien se debe mantener Claudia, pero los verdes, el grupo del gobernador, también tienen mucho que ofrecer y saben que deben aplicarse para que, en caso de que se les conceda el triunfo, el nuevo gobierno federal tenga a San Luis Potosí entre sus consentidos.
Con discreción, Claudia ha sabido quedar bien con Ricardo y con Gabino; los dos son activos importantes para la política potosina, pero es evidente que se debe tener cuidado de no echarle más leña al fuego, porque los ánimos ya están encendidos y, a la menor provocación, el problema se puede salir de control.
CLaudia, si es que tiene el liderazgo que dice, debe poner orden de inmediato y sumar en vez de mantener activa una rivalidad que no le está ayudando en nada.
Cavilaciones:
Primera: El diputado local y plurinominal de Morena, Toño Lorca, presume que trae la bendición del gobernador Ricardo Gallardo para buscar la alcaldía de la capital potosina abanderando al Movimiento de Regeneración Nacional. Gato que no ve, apostante que no siente.
Segunda: El fin de semana, en la CDMX, el alcalde capitalino, Enrique Galindo, se reunió por separado con los líderes nacionales del PRIAN. Galindo sabe lo que trae y ha sabido medir los tiempos, pero sigue deshojando la margarita: reelección o Senado. Dicen que le pidió un regalo a los Reyes Magos y todo parece indicar que le concederán lo que ha pedido.
Tercera: Por lo pronto y en calidad de mientras, las empresas que operan los estacionamientos de los centros comerciales seguirán cobrando normal. Dicen que los diputados no supieron legislar, así que se han instalado en modo ¡Oblígame, perro!