La visita de Xóchitl Gálvez a San Luis Potosí, en su calidad de precandidata a la presidencia de la República, no resultó del todo buena para los partidos políticos ni los grupos sociales que conforman al Frente Amplio por México. Lejos de abonar a la unidad y la paz que tanta falta les hace, fue un peleadero total por intentar demostrar quién está más comprometido y quién tiene más fuerza en las tierras del Potosí.
Quienes tuvieron la oportunidad de acercarse a la senadora hidalguense, no perdieron la oportunidad para hacerse notar y simular trabajo, porque resultados efectivos no hay, pero sí bastante simulación. Todos se colgaron medallas y méritos que no les corresponden, todos se pintaron indispensables y como grandes líderes en el estado o en los municipios.
Xóchitl sí atrajo gente, eso se debe reconocer, hubo buena convocatoria en sus eventos, pero tampoco fue sorprendente si se toma en consideración que son tres partidos los que suman esfuerzos en torno a su precandidatura y que a eso se suman alianzas y asociaciones civiles.
Un ejemplo del conflicto que se agudizó es el hecho de que hayan excluido a los alcaldes, los pocos que le quedan al FAxM en San Luis Potosí. Salvo Enrique Galindo, todos fueron relegados, como si su liderazgo no importara. Que no se olvide que fueron los mismos líderes nacionales los que juraron que, desde los municipios, se lograría impulsar el proyecto de Xóchitl.
Por otro lado, la presencia de Sara Rocha, la presidenta espuria del PRI, como le dicen los mismos militantes, también generó inconformidades porque, tras el evento, la presidenta comenzó a presumir que ya había conseguido la candidatura al Senado en la primera posición de la fórmula. Qué barbaridad.
Para cómo están las cosas, no se ve nada bueno en este tema, porque es muy seguro que las diferencias seguirán surgiendo y que habrá muchos más problemas que soluciones en el Frente.
Cavilaciones:
Primera: En la Huasteca Potosina, priístas y panistas traen una revuelta por dos cosas: La coordinación de la campaña de Xóchitl Gálvez en la región y la llegada de los chapulines, Tekmol y señora con poderes plenipotenciarios para hacer lo que se les venga en gana. Aconseja el sabio que, si los adversarios se están auto destruyendo, no hay que interrumpirles.
Segunda: Ha trascendido que el próximo cónsul honorario de España en San Luis Potosí dará mucho de qué hablar. ¡Ay, qué nervios!
Tercera: El Consejo Consultivo de Transparencia se creó con casi cinco años de retraso. La pasada Legislatura y los actuales diputados nada más le hacen al tío Lolo. Ese Consejo, por cierto, sirve para dos cosas.
