Considerado como «el alimento de los dioses» por su origen en el cacao, el chocolate posee una dualidad en su consumo: por un lado, es una fuente rápida de energía y, por otro, puede ofrecer beneficios para la salud, según destacan diversas fuentes científicas y educativas.
El chocolate, elaborado a partir del cacao, es rico en hidratos de carbono y contiene estimulantes como la cafeína y la teobromina. Si bien puede brindar una sensación placentera al cerebro, su consumo excesivo, especialmente en variedades con alto contenido de azúcar y grasa, puede acarrear problemas de salud, advierte la Enciclopedia Britannica.
National Geographic expone que los principales beneficios del chocolate se vinculan a sus compuestos bioactivos, como los flavonoides, reconocidos por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y vasodilatadoras. Sin embargo, estos beneficios están presentes principalmente en el chocolate negro.
La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. establece que el chocolate negro, con un contenido de cacao mínimo del 70%, es particularmente saludable debido a su concentración de flavonoides y minerales, como el magnesio, el cobre, el potasio y el calcio, los cuales pueden reducir el riesgo de hipertensión y aterosclerosis al mejorar la función vascular.
El chocolate negro, al contener menos azúcar y grasa que otras variedades, puede ser un aliado para mejorar la función cerebral. Los flavonoides presentes en el cacao tienen la capacidad de aumentar el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede potenciar la función cognitiva, la memoria y la concentración, de acuerdo con expertos citados por National Geographic.
Un informe del Netherlands Journal of Medicine destaca que, en general, mayores porcentajes de cacao en el chocolate implican mayores beneficios para la salud, pues suelen presentar menor contenido de grasa y azúcar. No obstante, se enfatiza la importancia de verificar las etiquetas de los productos para confirmar esta información antes de su consumo.
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