Los Servicios de Salud de Gobierno del Estado, este año han capacitado a 28,950 madres, padres y cuidadores sobre prevención de las Infecciones Respiratorias Agudas, la importancia de no automedicar a los pequeños y acudir a la unidad de Salud más cercana en caso de presentar algún signo o síntoma, señaló el M.C. Omar Medina de la Cruz, Jefe del Departamento de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia.
Los síntomas que se presentan en aquellas niñas y niños van desde secreción abundante de la nariz, congestión nasal “nariz tapada”, estornudos frecuentes, fiebre, dolor de garganta al comer o tomar líquidos, tos con flemas, dolor de cabeza y dolor de oídos o presentar únicamente irritabilidad como en el caso de los menores de 2 años e incluso diarrea o vómito.
Es importante que se practiquen las medidas que brindan protección contra estas enfermedades, tales como, la higiene de manos (lavado constante con agua y jabón, desinfectante a base de alcohol gel), el uso del cubrebocas, el estornudo de etiqueta, los signos y síntomas de alarma para acudir de forma oportuna a recibir atención médica son: si la niña o niño no puede beber o no puede ser amamantado, presencia de fiebre por más de 3 días, presencia de pus o secreción en el oído, se le hunden las costillas, respira rápido o se nota más enfermo.
Medina de la Cruz, aconsejó asegurarse que las niñas y los niños cuenten con su esquema de vacunación completo para su edad; evitar la exposición de niñas y niños a cambios bruscos de temperatura; promover la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y de forma complementaria al menos hasta los 2 años de edad. La ingesta de abundantes líquidos, frutas y verduras de temporada, en especial aquellos que son ricos en vitamina C y D como mandarina, tejocote, guayaba, papaya y naranja para mejorar las defensas.
Agregó que en lo posible, se debe evitar convivir con personas enfermas, el mantener limpio el hogar, así como los juguetes y otros objetos compartidos deben ser limpiados frecuentemente; el abrir ventanas, puertas para que circule el aire y se pueda ventilar de forma frecuente los espacios cerrados; no fumar en espacios cerrados y cerca de los niños.