Un viejo proverbio árabe, que recuerdo bien porque lo mencionaron en una película de Predator, dice que el enemigo de mi enemigo es mi amigo; se deduce, entonces, que por más diferencias que tenga con alguien, si tenemos un enemigo en común, podemos trabajar juntos para obtener la victoria. Eso es, justamente, lo que pasó entre el senador Primo Dothé y el exdelegado del Bienestar, Gabino Morales, que, en vísperas del proceso electoral de 2024, dejaron de lado sus diferencias para armar un equipo y fortalecerse ante sus rivales políticos.
Primo renunció a Morena en 2021 tras haber apechugado los engaños y las malas jugadas de Mario Delgado, sin embargo, aún forma parte de la bancada guinda en la Cámara Alta y tiene un liderazgo en el Movimiento de Regeneración Nacional. Gabino, por su parte, parece ser su relevo, en el sentido de que es quien ha sabido capitalizar la fuerza del Morena y consolidarse como una opción viable para el Senado en los próximos comicios.
Primo y Gabino llevaban tiempo sin hablarse. Nadie sabe por qué. Así funciona la política; prevalecen y crecen los odios, aunque se desconozca el motivo, pero es de aplaudirse el hecho de que estos dos perfiles hayan tenido la madurez para reconocer que hay un interés superior; San Luis Potosí.
Ambos políticos tienen muchos enemigos en común. De cara a las elecciones, algunos de ellos cobraron especial relevancia y, en ese contexto, el senador y el precandidato cayeron en cuenta de que la unión hace la fuerza y que los intereses del pueblo deben pesar más que los personales, por eso decidieron reagruparse y dejar en claro dos cosas. La primera; que no deben ser las cúpulas nacionales las que decidan sobre el partido porque hay condiciones muy puntuales que sólo los locales entienden y saben manejar. La segunda; que, en San Luis Potosí, la 4T es guinda, no roja, no azul, no naranja, no verde… es guinda.
Primo sabe operar en tierra y dispone de una red importante que ha trabajado con los Núcleos de la Cuarta Tranformación, mientras que Gabino conserva el poder y el reconocimiento de los Servidores de la Nación. Juntos, son un contrapeso que no debe minimizarse en ningún sentido, por el contrario, se le debe tomar en cuenta porque es claro que cambia el escenario político.
Cavilaciones:
Primera: El secretario general de gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, echó la casa por la ventana durante su preposada con reporteros y eso que no anda en campaña. Palomita para el secre.
Segunda: La tesorera del SITTTGE, Francisca Reséndiz, reapareció para acusar a los exgobernadores de utilizar los fondos de Pensiones como caja chica. Recordó que sigue impune el uso de los dineros en empresas de grandes criminales en EUA y el despilfarro que hizo su, ahora, examigo, el exgobernador Juan Manuel Carreras. Nunca, en sus apariciones, hay casualidades.
Terceras: Grave, muy grave la situación de contagios de enfermedades pulmonares en niños y abuelos. La nueva secretaria de Salud solo ha lanzado un dibujito cero didáctico intentando explicar lo que es el virus sincitial respiratorio ¿Alguien sabe si va a su oficina?
