El Arqueólogo Sergio Gómez Chávez, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia con una experiencia de trabajo en Teotihuacán de 40 años dictó una conferencia magistral a la comunidad del Instituto Potosino de investigación Científica y Tecnológica (IPICYT) intitulada Exploración del túnel bajo el templo de la Serpiente Emplumada en Teotihuacán: Resultados y alcances para una colaboración Interinstitucional.
El especialista ha dictado más de 200 conferencias en museos y universidades en los Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón, Dinamarca, Puerto Rico, España, Canadá, El Salvador y China. Ha sido profesor invitado de la Universidad de La Sorbona, la Universidad de Harvard, la Universidad de Copenhagen, la Universidad de Aichi, Japón y el Centro David Rochefeler, La Universidad Nacional Autónoma de México, La Universidad de Veracruz, La Universidad de Las Américas, entre otras.
Entre el año 100 y el 650 de nuestra era -precisó el investigador- Teotihuacán fue la sociedad más importante y compleja que existió en todo el territorio de la antigua Mesoamérica. Extendió su influencia y mantuvo interacción económica y política al norte de México hasta Zacatecas y hacia el sur, hasta Honduras y Guatemala, donde conquistó Tikal, la ciudad maya más poderosa de su tiempo.
“La ciudad de Teotihuacán tuvo una extensión de casi 23 kilómetros cuadrados y contaba no solo con dos de los basamentos piramidales más grandes construidos en la antigüedad (las pirámides del Sol y de La Luna), sino con más de dos mil conjuntos que conformaban una de las mejores expresiones urbanísticas de la antigüedad en todo el mundo. Por múltiples razones Teotihuacán es una de las mayores expresiones del desarrollo de la humanidad”. Precisó el Dr. Gómez.
Respecto de sus hallazgos el arqueólogo destacó que uno de los descubrimientos e investigaciones arqueológicas más relevantes realizadas en México durante los últimos años, ha sido, sin lugar a dudas, el del túnel bajo el Templo de La Serpiente Emplumada. Durante más de una década las investigaciones arqueológicas realizadas en un profundo túnel localizado bajo uno de los monumentos más emblemáticos y simbólicos de la gran metrópoli, han permitido la recuperación de miles de objetos de extraordinaria calidad con una antigüedad de casi dos mil años, así como de materiales nunca antes registrados en ninguna otra exploración arqueológica en México.
En entrevista el especialista dijo que “es uno de los descubrimientos más importantes, no por la cantidad de objetos, sino porque todos los materiales que hemos encontrado nos van a ayudar a entender mucho mejor. Aspectos sobre cómo vivía la gente y cómo pensaba la gente en la antigua Teotihuacán y la idea de venir aquí es precisamente de tratar de buscar vínculos de colaboración con otros especialistas. Otras disciplinas”.
Porque nosotros -añadió el investigador- sabemos ahora que los arqueólogos no podemos trabajar solos, debemos tener la colaboración de muchas disciplinas, muchos investigadores, porque es la única manera de llegar precisamente a lograr explicaciones científicas plausibles.
Respecto de las disciplinas en las que está buscando apoyo señaló que “hay varias como la biología molecular, por ejemplo, para nosotros es fundamental, pero pues habría que ver también si se cuentan con los equipos. Y las técnicas apropiadas para materiales que son materiales muy antiguos de 2, 2000, 1502, 1000 años. Mucho material orgánico, muchas semillas, mucho material de hule, por ejemplo, madera, todo eso para nosotros es muy importante; es fundamental el apoyo para determinar qué tipo de animales o cosas había. El chiste es buscar el camino adecuado y que podamos establecer una comunicación muy certera con quienes hacen determinadas investigaciones”.
Tras señalar que la excavación ya terminó y ahora viene la parte del estudio del análisis y ahí es donde necesitan la colaboración de los especialistas de otras áreas, no solamente arqueólogos. “De hecho vamos a buscar la firma de un convenio de colaboración con el IPICYT. Está conferencia fue un primer acercamiento, pero para nosotros sería fundamental. Venimos a buscar la colaboración de otros investigadores que, desde la óptica de sus diferentes especialidades, pudieran participar e integrarse en un proyecto de investigación arqueológica que ha recibido diferentes reconocimientos y contado con la colaboración de instituciones a nivel nacional e internacional”.
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