Albergues y organizaciones religiosas en Ciudad Juárez han lanzado una alerta urgente debido a la inminente llegada de una caravana de entre 5,000 y 6,000 migrantes desde el sur, marcando la más grande del año. El padre Francisco Bueno Guillén, director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, expresó su preocupación sobre la capacidad limitada de la ciudad para albergar a tantas personas.
Esta advertencia surge tras la salida de una gran caravana desde Chiapas, en la frontera sur de México, que ha logrado avanzar y resistir, a diferencia de caravanas anteriores que se desintegraban rápidamente. Aunque el padre Bueno Guillén mencionó que es probable que la caravana se divida en su camino hacia el norte, la ciudad se encuentra en una situación crítica debido al flujo constante de migrantes que intentan cruzar hacia Estados Unidos.
Ciudad Juárez ha sido señalada como un punto crítico en el flujo migratorio de México y Centroamérica, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). A pesar de los esfuerzos para evitar que los migrantes viajen en tren, algunos continúan haciéndolo, lo que ha llevado a un colapso en la frontera. Las autoridades y las organizaciones humanitarias enfrentan desafíos significativos para hacer frente a esta crisis migratoria.
A pesar de la disminución en el número de migrantes debido al frío y a la mayor vigilancia de las autoridades mexicanas, los albergues aún están saturados. La ola migratoria parece no tener fin, con migrantes llegando en trenes, aviones y por carretera en un intento desesperado por mejorar sus condiciones de vida.
La llegada inminente de esta caravana pone de manifiesto la necesidad de una respuesta coordinada y humanitaria por parte de las autoridades y las organizaciones para abordar las necesidades urgentes de estas personas vulnerables. La situación también destaca la importancia de encontrar soluciones a largo plazo para abordar el fenómeno migratorio en la región.
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