Las nanoestructuras están impactando en diversos aspectos: medioambiente, tecnologías, en la electrónica, pero la aplicación más importante está encauzada a la parte médica. A decir, del doctor Ricardo Alberto Guirado López, director del Instituto de Física de la UASLP, se pretende insertar este tipo de materiales pequeños en el cuerpo humano, como se ha hecho en ratones y otros animales.
El investigador universitario dijo que existe especulación porque pueden ser de gran utilidad para tratamientos de cáncer, dirigir de manera controlada medicamentos a ciertos lugares del cuerpo, pero antes debe hacerse la pregunta ¿cómo se van a degradar? ¿Qué ocurrirá cuando estos nanomateriales circulen en el organismo?.
Detalló que como investigadores han encontrado que cuando se inyectan el sistema inmunológico, este reacciona y activa una enzima conocida como mieloperoxidasa que, normalmente actúa cuando se introduce una bacteria o un virus, esta va y ataca al cuerpo extraño y lo destruye.
El investigador universitario explicó que esta enzima que forma parte del sistema inmunológico también destruye estas nanoestructuras de carbono cuyas aplicaciones médicas parecen ser inminentes, por lo que responder la pregunta si se degradarán al insertarse en el cuerpo y el sistema inmunológico sea el encargado de destruirlas una vez que cumplan su cometido, resulta una buena noticia.
“La mieloperoxidasa destruye nanotubos de carbono y grafeno, todos estos materiales importantes en la actualidad; pareciera ser que se pueden aplicar en la medicina sin mucho problema, aunque falta comprobar biocompatibilidad, que no dañe los tejidos. El sistema inmunológico es capaz de degradar estas estructuras y liberar a través del sudor, la orina o a través de procesos naturales del cuerpo”.
El proyecto se divide en dos partes y también contó con la colaboración de las alumnas Aida Catalina Hernández Arteaga del Doctorado Institucional en Ingeniería y Ciencia de Materiales (DICIM) y Gabriela Azuara Tuexi del Posgrado en Ciencias Aplicadas. Esta actividad científica forma parte de las redes de colaboración que permitirán resolver problemas de interés social.