Una de las leyendas más populares de México es la de «La Llorona», un espectro con vestimenta blanca que recorre las calles del país gritando y llamando a sus hijos. La fama de aquel ser es tan grande que todos los estados del país dicen ser el lugar de origen del relato, pero ¿De dónde es la llorona?
Se cree que el mito de la Llorona nació en México, pues no existen registros históricos de mitos parecidos en ninguna otra parte del mundo, a excepción de otras apariciones mexicanas femeninas como la Xtabay o las Tzitzimimes.
Los relatos de la Llorona mencionan que se le debe temer por su llanto, que identificarás por ser un lamento que viene aparentemente de la nada y que desde tiempos prehispánicos, es un augurio de infortunio o muerte. Se dice que si se escucha cerca es porque el espíritu está lejos, pero si el llanto se percibe con lejanía probablemente el ente está más cerca de lo que se cree.
Las personas que la han visto señalan que: nunca se le pueden ver sus pies, otros dicen que anda descalza, mientras otros cuentan que la observaron moverse pero no caminando, sino que parecía ir muy ligera, como flotando.
Aunque esta leyenda es especialmente popular en Guanajuato y Puebla, la primera vez que la llorona aparece en la cultura mexicana es en puño y letra de Fray Bernardino de Sahagún, evangelizador que recopiló la historia de los ocho presagios que el pueblo mexica vivió, antes de la conquista.
El sexto presagio se trata de un ente femenino que salía del lago de Texcoco muy poco antes de la llegada de España y recorría las calles de Tenochtitlán durante las horas más oscuras de la noche. Según los testigos, entre los que se encuentra el mismísimo Moctezuma, entre llantos, la mujer sollozaba cosas como “Ay hijos míos, ¿a dónde los llevaré? hijitos míos, ya tenemos que irnos lejos”.