En muchas familias, la tradición de cultivar flores para el Día de Muertos ha trascendido de generación en generación, convirtiéndose en un legado invaluable. Un ejemplo de esta arraigada costumbre es Ramón Macareno Ramírez, oriundo de la comunidad Las Moras, en el municipio de Mexquitic de Carmona, quien lleva más de 30 años entregado a la labor del campo.
Cempazúchitl, la mano de león, la manzanilla, y girasoles son solo algunas de las flores que Macareno cultiva con dedicación, amor y paciencia a la llegada del Día de Muertos y todos los Santos, con el propósito de ofrecerlas en honor a sus seres queridos que han partido.
La comunidad de Las Moras ha ganado una merecida fama por la singular belleza y fragancia de sus flores. Se cuenta la leyenda que las almas que han cruzado al más allá retornan en estas fechas especiales, cautivadas por el inconfundible aroma que emanan estas flores. Son radiantes, hermosas y perfumadas, un tributo a la memoria de aquellos que ya no están entre nosotros.
El cultivo de flores en Las Moras, bajo la tutela de apasionados agricultores como Ramón Macareno Ramírez, no solo es una tradición, sino un legado de amor y respeto hacia la vida y la muerte, una manera de mantener viva la conexión con nuestros seres queridos.
