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Lo bueno, lo malo y lo feo del Instituto de Fiscalización

* Por María Luisa Paulín

Esta semana, el Congreso del Estado elegirá al nuevo titular del Instituto de Fiscalización del Estado, antes Auditoría Superior, después de dos años de displicencia.

Sea quien sea el elegido, hombre o mujer, tendrá que poner orden en la institución, deberá combatir herencias malditas, algunas pequeñas mafias y limpiar de malos funcionarios, enquistados en posiciones estratégicas, que han pervertido el ejercicio fiscalizador y enrarecieron el clima laboral al interior.

En la ex ASE  hay gente que, amparada en la protección del Toranzato y el Carrerato se volvieron insufribles e implantaron políticas de terror laboral al interior y político al exterior, sobre todo con presidentes municipales y ex funcionarios de ayuntamientos.

Así las cosas tenemos, que en lo peor que heredará el nuevo titular del Instituto de Fiscalización está Adriana Monreal. La señora se siente la reina de corazones muy parecida a la que sale en Alicia en el País de las Maravillas.

La señora ha formado parte del departamento administrativo. Ingresó en tiempos de Marcelo de los Santos, pero le encontró sabor al abuso impune durante los gobiernos de Fernando Toranzo y Juan Manuel Carreras. La doña ha recibido con gran placer la transformación de la ASE en instituto y dice que a ella el nuevo auditor le hace lo que el aire a Juárez porque “sabe mucho”. A Edith Virginia Muñoz (encargada del despacho por dos años) la sometió sin sudar y dice que venga quien venga “le pelan los ojos”.

Esta mujer, Adriana Monreal tiene experiencia en  humillar al personal, se cuentan historias terribles de su paso por el Instituto de las mujeres, la Promotora del Estado y hasta el IPICyT. Claro agrede a los trabajadores modestos. A los funcionarios les hace caravanas y los adula. Es justo el área que la señora maneja a su antojo donde urge un cambio de fondo.

De entre la fauna nociva del instituto de fiscalización surge también un señor de nombre Héctor Ánimas, hoy instalado en el asiento de auditor especial de fiscalización municipal, mejor conocido como “Don Judas”, porque vende a los jefes, extorsiona a los alcaldes y ex alcaldes, ex funcionarios y todo aquel ser al que le pueda sacar tres monedas.

Como auditor, Héctor Ánimas fue muy mediocre, procuraba el bajo perfil para evitar que alguien se diera cuenta de sus manejos oscuros pero una vez que le llegó la suerte de sentarse en una silla de auditor especial de fiscalización municipal sacó su verdadera y turbia personalidad.

En esta primera parte dejamos sobre la mesa la urgente necesidad que tendrá el nuevo titular del IFE si es que quiere recuperar la credibilidad del órgano.

 

P.D.1.- Muy sonriente aparece en fotos de sociales el ex alcalde Xavier Nava con su sonrisa de guasón por las travesuras jurídicas que hace cobardemente a través de ciudadanos inocentes contra la realización de obras que emprende el alcalde, Enrique Galindo y el gobernador, Ricardo Gallardo. Pensó que podía tirar la piedra y esconder la mano, como siempre.

P.D.2.- Que personal de la diputada Liliana Flores anda presumiendo que van a imponer a su asesor como magistrado. ¡Uy! qué poderosa la doña.

P.D.3.- Doble contra sencillo, hay quienes apuestan a que el ex alcalde de la capital, Xavier Nava, se quita la inhabilitación que le hizo el Congreso del Estado por 15 años. De ser así, el ex alcalde estaría listo para participar en la contienda del 2024. Ni Dios lo mande.

P.D.4.- En Real de Catorce hay un serio problema de abasto de agua. El fin de semana algunos hoteles tuvieron que cerrar sus puertas por falta del vital líquido y si a eso le sumamos el problema de la basura, pues tenemos que la alcaldesa, Chiquis Carrillo, tendrá un cierre difícil de administración.

Hasta la próxima.

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