Durante la madrugada del sábado, el movimiento Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, lanzó un sorpresivo ataque contra Israel por tierra, aire y mar. Los informes iniciales indican que este ataque ha resultado en al menos 40 muertos y más de 700 heridos. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que el país «está en guerra» y aconsejó a los ciudadanos refugiarse en sus hogares.
El primer ministro israelí, en un video difundido en redes sociales, afirmó que Israel se encuentra en estado de guerra y que no se trata de una operación aislada, sino de un conflicto a gran escala. Prometió que el grupo responsable del ataque «pagará un precio sin precedentes».
Según las fuerzas armadas de Israel, una célula de Hamas se infiltró en la ciudad de Sderot, iniciando un tiroteo. Simultáneamente, comenzaron a caer proyectiles sobre Jerusalén, Tel Aviv y Beersheva, tres de las ciudades más pobladas de Israel. En respuesta, el ejército israelí atacó objetivos de Hamas en la Franja de Gaza.
La comunidad internacional reaccionó ante los acontecimientos. El Reino Unido y la Unión Europea condenaron los ataques de Hamas y respaldaron el derecho a la autodefensa de Israel. En contraste, el Hezbollah elogió a Hamas por su «operación heroica a gran escala sobre las tierras israelitas».
El conflicto en curso entre Hamas e Israel ha generado preocupación a nivel global. Se espera que los líderes mundiales continúen expresando sus posturas y trabajen en busca de una solución pacífica.