El Ángel de la Guarda, también conocido como protector o guía espiritual, se considera un ser celestial que vela por la seguridad y el bienestar de una persona a lo largo de su vida. Esta creencia está arraigada en diversas religiones, incluyendo el cristianismo, el judaísmo, el islam y otras religiones espirituales y filosóficas.
Según la tradición cristiana, el Ángel de la Guarda es un compañero celestial asignado por Dios para guiar y proteger a cada persona en su jornada terrenal. La creencia afirma que este ángel interviene en momentos de peligro, brindando inspiración, consuelo y protección en situaciones difíciles.
En el judaísmo, hay una creencia similar en los ángeles guardianes, conocidos como «malajim», que acompañan y protegen a las personas a lo largo de sus vidas. En el islam, están dos ángeles, Raqib y Atid, que registran las acciones y actitudes de cada individuo y actúan como testigos de sus acciones ante Dios.
En otras tradiciones espirituales y filosóficas, el concepto de un guía o protector celestial que vela por las personas es igualmente importante. La creencia en el Ángel de la Guarda proporciona consuelo y seguridad en momentos de dificultad, fortaleciendo la fe y la conexión espiritual.
Aunque las representaciones y las interpretaciones del Ángel de la Guarda pueden variar según la religión y la cultura, la esencia de esta creencia sigue siendo la misma: un ser celestial que ofrece amor, protección y orientación en la travesía de la vida. Para muchas personas, el Ángel de la Guarda es un recordatorio de que nunca están solas en su viaje y que siempre tienen a alguien velando por ellas desde lo alto.
A continuación te dejamos una oración que puedes hacer para invocar la protección celestial del ángel que diariamente camina contigo en tu protección:
