La mañana de este viernes, un actuario y un grupo de policías estatales, desalojaron despiadadamente a todos los locatarios que se encuentran frente al Mercado Revolución, en la capital potosina, dejando todas sus pertenencias, herramientas de trabajo y productos tirados en la calle; mientras, los comerciantes buscaban desesperadamente conservar sus locales, o por lo menos, que les dejaran conseguir transporte para llevarse sus cosas.
Fue en la calle Durango, esquina con Manuel José Othón, que se armó la trifulca, cuando al filo de las 8 de la mañana, elementos de seguridad comenzaron a desalojar a los locatarios, quienes no lograron comprender en ese momento lo que sucedía, por lo que trataron de oponerse ante la autoridad. Sin embargo, un actuario les notificó que esos locales habían cambiado de dueño, y que la nueva persona no los quería ahí, por lo que les pidió que agarraran sus chivas y se retiraran.
Vecinos y comerciantes reclaman que al parecer, el propietario vendió el terreno sin avisarles a los locatarios, pero afirman que no se les fue entregada ninguna notificación previa al desalojo, e incluso, algunos afirman que acababan de pagar la renta correspondiente al mes de septiembre, y cuando trataron de comunicarse con el anterior dueño, los mandó directo a buzón de voz.
Todos los habitantes de la zona se manifestaron en contra de estos actos, algunos abuelitos afirmaron que esa cuadra de comercios siempre les fue de ayuda, pues por su edad, ya no pueden caminar grandes distancias y las tiendas que estaban ahí, como una tortillería y panadería, les eran de gran ayuda.
Otros vecinos, se le fueron a los golpes al actuario, quien tuvo que ser auxiliado por los oficiales estatales, pues los colonos lo golpearon y temieron que lo fueran a linchar. En otras partes de la cuadra, algunas personas incendiaron llantas para detener el tráfico, causando un colapso vial de la zona.
Finalmente, algunos de los locatarios pudieron encontrar un lugar dentro del Mercado Revolución, muchos otros decidieron retirarse y buscar un nuevo sitio, y un pequeño porcentaje se atrincheró en sus locales, donde permanecerán hasta que alguna autoridad resuelva esta controversia legal.