La noche del viernes 8 de septiembre, miles de personas en los pueblos del Alto Atlas marroquí y en la ciudad de Marrakech se encontraban durmiendo o a punto de hacerlo. Sin embargo, segundos después, la región se vio sacudida por un terremoto de magnitud 6.8, dejando a su paso una estela de destrucción y muerte. A medida que el número de muertos se eleva a 2500 y las réplicas continúan asolando la región, surge la pregunta de por qué este terremoto resultó ser tan letal.
Si bien la magnitud del terremoto contribuyó a su destructividad, varios factores se combinaron para causar la devastación. Uno de estos factores fue el hecho de que el terremoto ocurrió de noche, cuando muchas personas estaban desprevenidas y no podían reaccionar adecuadamente. Además, gran parte de las estructuras en la región no estaban diseñadas para resistir un terremoto de tal magnitud.
El norte de África se encuentra sobre la placa de Nubia, que se mueve lentamente en relación con la placa euroasiática. Aunque los terremotos son relativamente raros en esta región, debido a la actividad sísmica de las fallas en el área, pueden ocurrir y tener un impacto significativo. Este terremoto en particular se originó en una ubicación sorprendente, más al sur de donde generalmente se esperaría.
Los científicos aún están investigando las causas geológicas exactas del terremoto, pero se cree que involucró una combinación de dos tipos de fallas: una de empuje inverso y otra de deslizamiento. La complejidad de la red de fallas en la región dificulta la identificación de cuál fue responsable.
Sin embargo, más allá de las causas geológicas, factores humanos también jugaron un papel crucial en la letalidad del terremoto. Las estructuras en la región, incluyendo casas de adobe y edificios de mampostería no reforzada, no tenían posibilidad de resistir el terremoto. Además, muchas personas vivían en áreas propensas a deslizamientos de tierra, lo que aumentó el riesgo de daños.
El momento en que ocurrió el terremoto también fue trágico, ya que la mayoría de las personas estaban durmiendo en el interior de edificios. Además, la región había experimentado un período de calma sísmica, lo que hizo que las personas estuvieran menos preparadas para un terremoto.
Este desastre tiene un impacto humano, económico y cultural significativo en Marruecos y resalta la importancia de la preparación para terremotos en áreas de alto riesgo. Si bien los científicos pueden mejorar la comprensión de los terremotos, la prevención y la preparación adecuada son cruciales para salvar vidas en el futuro.
En estos momentos de dolor y pérdida, el mundo se solidariza con el pueblo de Marruecos mientras enfrenta esta tragedia.
Seguiremos informando.