A medida que el otoño se acerca al hemisferio norte, la icónica imagen de las hojas de colores cayendo al suelo comienza a tomar forma en la imaginación de muchos. Aunque esta imagen suele asociarse con los bosques de Canadá, existe un lugar en la República Mexicana donde también puedes experimentar esta sensación única: el Bosque de Maple en Talpa de Allende, Jalisco.
Año tras año, este hermoso bosque atrae a turistas y locales que buscan presenciar cómo el suelo se tiñe con las hojas de sus árboles y disfrutar del aire puro que se respira en este rincón natural. No hay mejor época para visitarlo que el otoño, cuando los colores de las hojas alcanzan su máximo esplendor. Este sitio es particularmente especial porque es uno de los pocos lugares en México donde el árbol de maple, también conocido como arce, predomina en su flora.
El Bosque de Maple se encuentra en la Cañada del ejido Ojo de Agua del Cuervo, en Talpa de Allende, en las majestuosas montañas de la Sierra Madre, al oeste del estado de Jalisco. Según datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), este territorio se formó hace aproximadamente 23 millones de años, durante la última glaciación. Sus características frías lo asemejan a los bosques boreales de Canadá y Rusia, pero su riqueza biológica también lo hace comparable a los antiguos bosques de Asia.
A pesar de su antigüedad, este tesoro natural no fue descubierto hasta el año 2000, y no fue hasta 2016 que se declaró oficialmente como Área Natural Protegida. Además del maple, el bosque alberga otras especies de árboles como oyameles, pinos y helechos arborescentes. Pero no solo eso, también es hogar de una variada fauna, que incluye jaguares, pumas, tigrillos, venados cola blanca y diversas aves.
Si decides visitar este lugar en otoño, se recomienda hacerlo en un tour organizado o, si te aventuras por tu cuenta, utilizar un vehículo 4×4 durante la temporada de lluvias para evitar posibles atascamientos. Explora los senderos, captura las mejores imágenes y, si lo deseas, acampa en las zonas designadas en el Bosque de Maple.
Este rincón natural se ha convertido en un destino de referencia para los amantes del ecoturismo y las aventuras, similar a la famosa Mazamitla, la «Suiza mexicana». Por lo tanto, no olvides llevar ropa cómoda y abrigada, tu cámara fotográfica para capturar todas las tonalidades de este bosque mágico, y, por supuesto, una actitud abierta para disfrutar de esta experiencia única.
Este bosque no solo es un lugar de belleza natural, sino también un testimonio del esfuerzo por preservar la biodiversidad. Investigadores de la Universidad de Guadalajara lo descubrieron a finales de la década de los 90 y, desde entonces, ha sido objeto de atención y cuidado por parte de las autoridades. En 2016, fue declarado Área Natural Protegida por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) de Jalisco.
Ubicado a unos 16 kilómetros de la cabecera municipal de Talpa de Allende, el Bosque de Maple es fácilmente accesible desde Guadalajara (199 kilómetros por carretera libre hacia Ameca) y desde Puerto Vallarta (131 kilómetros). Además de su belleza natural, la zona de Talpa es famosa por albergar el Santuario de la Virgen de Talpa, parte de la conocida Ruta del Peregrino, que atrae a millones de visitantes cada año.