En el partido Morena, se han suscitado problemas y retrasos en el proceso interno de la encuesta que determinará al próximo candidato presidencial. Equipos de aspirantes han expresado su preocupación y molestia debido a las fallas en el proceso, señalando que la Comisión Nacional de Encuestas carece de la infraestructura y capacidad necesarias para llevar a cabo la encuesta de manera eficiente.
Al menos cuatro equipos de aspirantes se han quejado de diversas complicaciones en el proceso. Entre las principales quejas se incluyen la entrega tardía de boletas, urnas e identificaciones de representantes en los puntos acordados, así como la provisión de información incorrecta sobre los lugares para realizar los cuestionarios. Estas incidencias han generado incertidumbre y desconfianza en el proceso interno del partido.
Además de las preocupaciones sobre la logística, algunas representaciones han pedido la destitución de Ivonne Cisneros Luján, presidenta de la Comisión Nacional de Encuestas, argumentando que su trabajo no es imparcial debido a su cercanía con Claudia Sheinbaum, una de las aspirantes presidenciales.
El líder de Morena, Mario Delgado, ha cancelado su participación en plenarias de la Cámara de Diputados y el Senado para sostener reuniones y abordar las preocupaciones y fallas en el proceso de la encuesta. Las dificultades en el levantamiento de la encuesta han llevado a considerar la posibilidad de que no se puedan recolectar todos los cuestionarios previstos antes de la fecha límite del 4 de septiembre.
En medio de estas tensiones y retrasos, la elección del próximo candidato presidencial de Morena se ha vuelto un tema de preocupación y debate dentro del partido, lo que podría tener implicaciones significativas en el proceso político en México.
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