Entusiastas de todo el mundo se reúnen en Escocia para llevar a cabo la búsqueda más extensa del monstruo del Lago Ness en más de 50 años.
Esta histórica búsqueda en el profundo cuerpo de agua escocés no solo será famosa por la cantidad de personas que estarán buscando al monstruo del Lago Ness; también lo será por todas las herramientas tecnológicas que van a llevar.
Los voluntarios están preparando equipo «nunca antes usado en esta región» para detectar cualquier señal acústica en el agua. Además, tendrán decenas de drones con cámaras térmicas para observar movimientos en el fondo acuático.
Y espérense: todos los días, se desplegaran cuadrillas con cientos de voluntarios a pie, armados con binoculares, para que, si el monstruo del Lago Ness asoma la cabeza, pueden observar sobre el nivel del agua.
Se espera que esta búsqueda, por fin, entregue algún resultado fascinante sobre este milenario misterio que no ha tenido avances notorios en décadas; salvo que hace unos años le hicieron estudios al agua del Lago Ness para determinar el ADN de los animales que ahí vivían y solo encontraron rastros de anguila.
La búsqueda más importante por el monstruo del Lago Ness podrá, además, ser monitoreada en línea a través de la página del Loch Ness Centre.
La versión moderna del misterio del monstruo del Lago Ness se volvió popular hace cerca de 100 años; cuando una mujer llamado Aldie Mackay, gerente del Hotel Drumnadrochit, entró a un bar en 1933 gritando que había visto a una bestia gigante en el agua.
La primera mención de un monstruo del Lago Ness se origina en el siglo V, cuando un monje gaélico llamado Columba de Iona dijo que había encontrado “una bestia marina” en el río Ness, que desemboca en este lago de Escocia.
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