El primer día de la semana fue de cambios, cambios en el gabinete del gobernador Ricardo Gallardo y, como en todos los cambios, siempre hay alguien que gana y alguien que pierde. Alguien que sube bajando y alguien que baja subiendo, pero en los cambios de ayer, hay un hombre que se fortalece y ese es el fiscal general del Estado, José Luis Ruiz Contreras, porque toma el control de la División Caminos de la Guardia Civil del Estado con Jesús Juárez Hernández y mantiene su hegemonía en los penales a través de Arturo Cruz Andrade.
Se sabe que el fiscal general es un hombre de confianza del poderoso secretario general de Gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, y, por ello, los que conocen el manejo de la seguridad en San Luis Potosí creen que se pavimenta el camino para darle las gracias al coronel José Luis Urban, siempre tambaleante como director de la Guardia Civil del Estado.
Jesús Juárez es un hombre muy capacitado. En su momento fue protegido del patriarca Cándido Ochoa Rojas (QEPD), también padrino Lupe Torres y de Ruiz Contreras. Es curioso, pero se mantiene en grupo. Se sabe coordinar con el fiscal y con otro de los hombres fuertes del secretario general; Jorge Vega, con quien hizo equipo en la Comisión Estatal de Derechos Humanos y, luego, en la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas. Subió Jesús y ¿bajo Urban?
El gobernador Gallardo está tomando acciones en el gabinete de Seguridad porque no quiere sorpresas ni errores. El próximo 26 de septiembre cumple dos años como jefe del Poder Ejecutivo. Sabe que, en el segundo tercio de su administración, tendrá el poder a plenitud, pero el 2024 representa la prueba de fuego para su grupo político, su partido y su futuro.
Cavilaciones:
Primera: Es una llamada de atención lo que ocurrió este lunes en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez; la disputa por una barda para realizar la pinta de un partido político. Las dirigencias estatales y las autoridades responsables de atender el tema electoral deben aplicarse y prevenir cualquier connato de violencia que se pueda presentar de aquí a las elecciones del 2024.
Segunda: La Secretaría de Cultura y la Dirección del Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes siguen acéfalas. Parece que a nadie les interesa lo que pasa en estos lugares. Ahora, la atención está centrada en la SEDARH donde, sorpresivamente, se fue José Alfredo Pérez Ortiz. La cultura no es tema de importancia, el Desarrollo Agropecuario sí. Ahí, ya hasta hay dos tiradoras emanadas de la malditas herencia; Fabiola Guerrero y Rosa María Huerta.
Tercera: La municipalización de Villa de Pozos se le está saliendo de las manos al Congreso del Estado; no han podido resolver el problema que les representa la definición del polígono, cuestión que ya les llevó más tiempo del que esperaban. De seguir así, tendrán que buscar retrasar otros dos meses el proceso electoral con la absurda excusa de generar ahorros. Échenle ganitas, diputados.