La emergencia ambiental en el mundo se ha vuelto más crítica con el pasar de los años, los efectos del cambio climático han empezado a permear en cómo percibimos el mundo y nuestro lugar en el, haciendo cada vez más complicado la obtención de recursos y alimentos, nuestro mundo ya no tiene abasto para seguir albergando a toda la vida.
El pasado viernes 4 de agosto del 2023, la Organización Mundial de la Salud, emitió un comunicado alarmante en el que se prevén los posibles daños que el fenómeno «El niño» puede ocasionar el mundo, debido a las altas temperaturas y la sequía a nivel global.
A través del escrito, titulado Análisis de la Situación de Salud Pública, la OMS identifica los impactos sanitarios actuales y potenciales a los que pueden enfrentarse las poblaciones vulnerables como resultado del clima.
Se identifican los principales riesgos sanitarios y las regiones y países que podrían verse más afectados. Concretamente, en Centroamérica y el norte de Sudamérica los países de alto riesgo señalados son: el norte de Colombia, Perú y Venezuela, así como El Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, Nicaragua y Surinam.
Es posible que se afecte a los cultivos y se eleven los precios de productos como el maíz blanco y el frijol. Como resultado de este escenario, se podría limitar el acceso a los alimentos, en especial en los hogares vulnerables.
Y en palabras de OMS, “existe un mayor riesgo potencial de dengue y otros arbovirus como el chikungunya y el Zika entre julio y septiembre, cuando las condiciones secas pueden aumentar los criaderos del mosquito Aedes por el mayor almacenamiento de agua alrededor de los hogares, y las temperaturas más altas reducen el periodo de incubación extrínseca de los virus”.
La OMS también advierte que los efectos de un fenómeno de El Niño en la producción agrícola podrían repercutir en el precio de los alimentos, la inflación mundial y los resultados económicos.
Seguiremos informando.
