Imagínate que eres estudiante, tienes 15 años y quieres aprovechar tus vacaciones para trabajar y hacerte de un poco de dinero para ayudarte y ayudar a tu familia. Imagina que un día estás trabajando tranquilamente en un restaurante de comida rápida, hay muchos pedidos y una fila bastante larga de clientes, uno de ellos está molesto y te pide que le des prioridad, que lo atiendas con urgencia, pero nada puedes hacer. El cliente explota y en vez de regresar a la fila se te va a los golpes salvajemente; puñetazos, patadas, estrangulamientos y amenazas, hasta dejarte tirado en el piso.
Ahora deja de imaginarlo y piensa en el horror que invadió al joven que vivió en carne propia esta horrible experiencia cuando se encontraba trabajando en el Subway de Rutilo Torres. La agresión quedó grabada en video y se corrió con toda velocidad en redes sociales. Los internautas ubicaron al agresor; se llama Fernando Medina, su dirección, sus negocios y hasta agresiones anteriores fueron evidenciadas.
Pese al reclamo social y a la presión mediática para detener al agresor, las autoridades se vieron lentas, primero afirmaron que estaban investigando, que apoyarían a la víctima, que habían ubicado al sujeto, que lo identificaron, eso, a pesar de que horas antes ya los usuarios de redes sociales habían sacado todo el currículum a la luz.
De este horrible episodio, quedó en evidencia lo expuestos que están los jóvenes, la lentitud de las autoridades y su intento desesperado de figurar o llamar la atención sin hacer aportes significativos, porque se vale que la Fiscalía se preocupe por el bienestar del joven, pero ese no es su trabajo, se vale que la policía identifique al agresor, pero eso no es suficiente ante la evidencia y la gravedad de los hechos. Se durmieron todos, sobre todo porque ya hay rumores de que Fernando huyó hasta del país.
El reclamo de justicia sigue latente y es necesario que se detenga al agresor para que se mande el mensaje claro de que no hay tolerancia ante este tipo de agresiones, que se defiende a los jóvenes y más a aquellos que buscan ganarse la vida decente y dignamente. Se necesita que este crimen no quede impune.
Cavilaciones:
Primera: El empresario Vicente Rangel arremetió contra el Gobierno del Estado porque no puede concretar el negociazo de 11 mil millones (una gran estafa) que pretendía hacer con la construcción de la Vía Alterna mediante un esquema de APP. Amenaza con soltar todos los demonios. No llenó con lo de Ford.
Segunda: Hoy, en Matehuala, el líder nacional de la Coparmex, José Medina Mora, acude a la toma de protesta del dirigente regional del altiplano, Juan Carlos Salazar. El hombre ya se ve en las boletas del 2024
Tercera: Cuentan que el equipo del gobernador Ricardo Gallardo anda ocupadísimo en la elaboración del segundo informe de gobierno. Obras tiene para lucir a raudales, indicadores económicos también, pero hay algunos que, aunque salen con 8 y 9 de calificación, no encuentran nada que reportar.