El gabinete de Ricardo Gallardo Cardona ha sido, sin duda, el que más cambios ha tenido en la historia reciente de los gobernadores de San Luis Potosí y, aunque de manera oficial se ha manejado la versión de que los funcionarios han renunciado, la realidad es bien sabida por los potosinos. Así, el equipo ha tenido altas y bajas que han dejado toda clase opiniones, sobre todo en lo que respecta a los perfiles femeninos
Pareciera que la mayor cantidad de bajas en el gabinete ha sido de mujeres, al menos en los cargos de mayor peso. Ahora, las que se quedan son de muy bajo perfil y de poca operatividad, aunque sean protagonistas de todos los eventos oficiales.
El tema que aún está en boca de todos es el de Elizabeth Torres, la exsecretaria de Cultura. Hace casi dos años, cuando comenzó la administración, se vaticinó que serían un fracaso la administración de la contadora pública por la evidente razón de que no sabía nada de cultura. Se sostuvo contra viento y marea pese a falta de resultados. No tuvo la honestidad de rechazar un cargo para el que no estaba preparada. Se tardó, pero fue
Un poco más atrás, se recordará la efímera dirección de Marcela García al frente del Instituto de las Mujeres. Ella fue la primera en salir del gabinete. Con larga trayectoria de lucha feminista, la grillaron con el secretario general de Gobierno porque se negó a engordar la nómina de gente sin perfil que una decena de funcionarios le mandaba en plan de “recomendación”.
Patricia Véliz era la gran estrella en los inicios del gobierno desde la Secretaría de Turismo, pero no se entendió con los mandamases, acostumbrada a detonar proyectos casi por la libre, no interpretó el estilo de gobernar de Gallardo Cardona y en su lugar se nombró a Aurora Mancilla, que, aunque no tenía mucha experiencia, se le vio harto entusiasmo y ganas de hacer las cosas bien. Cualidad que no le bastó; se enteró de que ya no era secretaria de Turismo cuando se dirigía a una reunión de trabajo en Tamuín.
Karla Hernández comenzaba a hacer buen trabajo en el INPODE, pero decidió renunciar. Se negó a quitarle al personal un bono que les otorgó por el trabajo que desempeñaron durante la Semana Santa en que laboraban casi las 24 horas del día. Quien la suplió, no le llega ni a la mitad.
Otra a la que también se le vio con mucha emoción fue Rita Salinas, llegó a la Dirección General de Colegio de Bachilleres con lo que parecía un futuro brillante, pero no pudo con los conflictos y algunos desbarres. Al final, hasta con las empresas de su familia hubo problemas como daño colateral de su incursión en la función pública.
De quien ya no se sabe nada es de Marcela González que, como se recordará, estaba en el Museo Laberinto. Un día de junio, ya no se presentó.
En contraparte, hay perfiles femeninos que, discretos, están dando buenos resultados. Son protagonistas silenciosas. Isabel Leticia Vargas Tinajero en la SEDUVOP ha tenido que hacer maravillas con las obras a pesar de no tener dinero, mientras que Nohemí Proal Huerta, la secretaria técnica del gabinete, tiene la encomienda de sacar las evaluaciones de las dependencias estatales que, aunque todos saben que son de a mentis, pues ella cumple con su trabajo.
Una que no brilla, pero que anda pa’ todos lados es Mariel de los Ángeles Peralta, la secretaria particular del gobernador es altamente efectiva, pero exageradamente discreta. Difícil que una particular sea eficiente e invisible a la vez.
Lilia Malvido Flores, al frente de la SIFIDE ha evitado reflectores y polémicas, pero trabaja constantemente. COESPO, por su parte, con Mayra Edith Velázquez Loera, nada de muertito, igual que Leticia Mariana Gómez Ordaz, titular del INVIES, que, de haber sido diputada federal por quién sabe dónde, llegó a San Luis Potosí para incorporarse al gabinete del gallardato. Araceli Martinez Acosta, de la SCT, claramente se cuece aparte, por el trabajo que le antecede en el Partido Verde.
Nadie sabe qué pasará en los próximos meses. El gobernador ha dicho que seguirán los cambios con la intención de que se fortalezca el trabajo. Ojalá que así sea porque, hasta el momento, se ven puras curvas de aprendizaje en muchas dependencias.
Cavilaciones
Primera: La comunidad médica está muy decepcionada del desempeño del doctor Daniel Acosta como secretario de Salud. Cuentan que algunos le han aconsejado que deje el cargo antes de que le estalle en la cara el problema que se vive en el sector.
Segunda: Mal hecha, pero por fin se tiene La ley electoral que contiene las reglas de competencia para las elecciones del 2024. Vamos a ver, ahora, cómo la opera el CEEPAC, cuyos consejeros han dejado en claro que no tienen ni dos dedos de frente.