El pasado domingo 9 de julio, una intensa lluvia torrencial azotó la parte baja del valle del río Hudson, provocando inundaciones en los condados de Rockland, Putnam y Orange, en el estado de Nueva York. Ante la magnitud del fenómeno, se emitió una inusual alerta de emergencia, instando a las personas a evitar viajar y buscar refugio en terrenos más altos.
Según los informes de los medios de televisión locales, la zona al norte de la ciudad de Nueva York recibió casi 30 centímetros de lluvia, y se reportaron vehículos arrastrados por las corrientes. La policía cerró carreteras y emitió una rara advertencia de inundación repentina, instando a los residentes a buscar lugares más elevados y evitar desplazamientos.
Las tormentas han causado inundaciones en una amplia extensión del valle de Hudson y otras regiones cercanas. Reportes preliminares indican que las lluvias atípicas han inundado varias viviendas, desencadenado deslizamientos de tierra y obligando al cierre de tramos de importantes vías de comunicación.
Los condados de Orange, Putnam, Rockland y Westchester han sido algunos de los más afectados. Incluso, la Academia Militar de Estados Unidos en West Point, una institución histórica que alberga a unos 4.200 estudiantes, sufrió inundaciones, dejando vehículos destrozados y residencias sumergidas.
Los daños materiales ocasionados por las intensas lluvias del domingo en Nueva York no han sido cuantificados, ya que las precipitaciones continuaron hasta la noche. No obstante, han causado graves problemas para las personas que dependen del transporte. El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos advirtió que cualquier persona en el área afectada en Nueva York podría enfrentar inundaciones repentinas, lo cual representa una amenaza grave para la vida humana.
Las autoridades locales continúan monitoreando la situación y brindando apoyo a las comunidades afectadas. Se espera que se realicen evaluaciones exhaustivas de los daños y se implementen medidas de recuperación en los próximos días. La seguridad y el bienestar de los residentes sigue siendo una prioridad mientras se enfrentan los desafíos ocasionados por estas severas inundaciones.
