Este 1 de julio en Florida, entró en vigor la nueva ley anti-inmigración propuesta por el gobernador Ron DeSantis, quien desde inicios de este año buscó que las nuevas reformas entrarán en acción lo más pronto posible y en palabras suyas «proteger a Florida de la cada vez más inminente amenaza de los inmigrantes», algo curioso que un país que se construyó enteramente con manos de migrantes sea el más severo respecto a este tema.
Según la medida, quien transporte a alguien que ingresó ilegalmente al país podría enfrentar una sentencia de cinco años de prisión o una multa de US$ 5.000 por persona. También exige a las empresas con al menos 25 empleados que verifiquen el estado inmigratorio de los trabajadores en una base de datos federal llamada E-Verify, y crea sanciones para los empleadores de «extranjeros no autorizados».
De inmediato saltaron las alarmas entre la población de inmigrantes, quienes temen perder todo lo que han construido en este tiempo, en redes sociales se han viralizado videos de camioneros de carga latinos, quienes expresan que no tienen pensado realizar ningún envío comercial a este estado como protesta ante la nueva ley anti inmigrantes.
“Sabemos que el proyecto de ley efectivamente puso a la comunidad en un estado de miedo: varias personas se comunican con nuestra línea directa, redes sociales y líneas directas con preguntas y comentarios. Sin embargo, no hemos recibido ningún reporte de empresarios o propietarios de fincas sobre el tema”, explicó Bozzetto, subdirectora de la coalición de inmigrantes en Florida.
La ley busca sancionar de forma penal a las personas que oculten, alberguen, transporten o protejan a quienes entraron de forma ilegal a Estados Unidos. También dice que algunas licencias de conducción e identificaciones emitidas por otros estados a los inmigrantes en situación irregular no serán válidas en Florida. Exige a los hospitales solicitar información sobre el estatus inmigratorio de los pacientes en los registros de admisión y aumenta la multa máxima por emplear, contratar o referir inmigrantes en situación irregular para puestos públicos o privados.
A partir de estas nuevas reformas miles de migrantes vivirán con el miedo constante a ser deportados o por lo contrario ser explotados o abusados por las organizaciones laborales, quien a sabiendas de esta situación busquen sacarle el mayor provecho a su desesperada situación.
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