La comunidad de Playa del Carmen, en Quintana Roo, se encuentra consternada por el impactante caso de Valentín, un perro cuyo rostro fue cruelmente quemado con gasolina por sus propios dueños. Este acto de crueldad ha generado indignación en redes sociales y ha movilizado a la comunidad en busca de justicia para el indefenso animal, quien actualmente lucha por su vida recibiendo atención médica.
La denuncia de este terrible incidente surgió en el grupo de Facebook «Mascotas Playenses», donde se reveló que Valentín fue sometido a este atroz castigo como forma de represalia por haberse comido un huevo. Los residentes de la zona se han unido para solicitar ayuda y colaborar en la identificación de los responsables de tan horrendo acto, señalando que los dueños del perro residen en el fraccionamiento Las Torres.
Se ha reportado que Valentín era víctima constante de maltrato por parte de sus propietarios. Ante esta situación, el Centro de Bienestar Animal del Municipio de Solidaridad ha ofrecido una recompensa de mil pesos a cualquier persona que brinde información que conduzca a la captura de los culpables.
La organización Huellitas de Amor A.C., a través de su página de Facebook, informó que Valentín fue rescatado en la colonia Bellavista y posteriormente trasladado a Mérida, donde actualmente está recibiendo atención médica. El traslado fue necesario debido a la negativa de los veterinarios en Playa del Carmen para atender al pobre perro, quienes consideraron que su situación era desesperada y recomendaban su eutanasia.
Sin embargo, Valentín ha demostrado ser un verdadero luchador y se aferra tenazmente a la vida. Durante cinco días estuvo deambulando por las calles hasta que finalmente fue encontrado por esta organización defensora de los animales. Actualmente, Huellitas de Amor solicita donaciones, tanto en efectivo como en especie, para cubrir los gastos de atención médica de Valentín. Cada día, se requiere limpiar cuidadosamente sus heridas para evitar posibles infecciones.
La historia de Valentín es un recordatorio impactante de la crueldad que algunos seres humanos son capaces de infligir a los animales indefensos. Sin embargo, también nos muestra la resiliencia y la fuerza de voluntad de un valiente perro que se niega a rendirse. La comunidad se ha unido en solidaridad para apoyar su recuperación y se espera que la justicia prevalezca en este caso, asegurando que los responsables de este atroz acto sean llevados ante la ley.