A más de 700 años del misterio de la ciudad de Rungholt, en Alemania, una reciente expedición logró por fin dar respuesta al paradero de la ciudad, comprobando así su existencia luego de que muchas personalidades de la comunidad arqueológica e histórica señalan que solo era un mito.
La desaparición súbita de esta ciudad de la superficie terrestre generó una gran cantidad de asombro, por lo que no tardaron en surgir algunos mitos o leyendas de cómo desapareció. La más sonada públicamente fue que poco a poco los habitantes de la ciudad habían caída en una corrupción, derrochando sus riquezas, viviendo en la embriaguez y cometiendo actos impuros y blasfemos, alejándose de Dios, algo similar a Sodoma y Gomorra, pero todo llego al punto culmine cuando unos jóvenes en estado de ebriedad obligaron al sacerdote a que acudiera a una posada que se encontraba en las cercanías y le diera el Último Sacramento a un cerdo del lugar.
El padre después volvió a la iglesia lanzando sus plegarias a Dios, para que el pueblo recibiera su castigo, esa misma noche el padre se fue de la ciudad. Y a la mañana siguiente siendo un 16 de enero de 1362, una fuerte tormenta sería la encargada de llevar eternamente al fondo de las profundidades marítimas a esta ciudad. Quedando sepultada entre las olas del Mar de Wadden durante más de 700 años.
Hasta que un grupo de arqueólogos y geofísicos de la Universidad Christian Albrecht de Kiel, encontrarán los vestigios, montículos medievales de 1.9 km alrededor de la isla Südfall. La forma en la que se trabajó para dar con este descubrimiento fue descrita por el geofísico Henry Wilken “ Los restos de asentamientos ocultos bajo las marismas se localizan primero y se cartografían en una amplia zona utilizando diversos métodos geofísicos como la gradiometría magnética, la inducción electromagnética y la sísmica”, encontrando en la zona los restos de un puerto, cimientos de una gran iglesia en el centro del lugar y los sistemas de drenaje que pasaban por toda la ciudad.
Debido al complicado clima de la isla y los años que pasaron bajo marea, todos estos vestigios se encuentran en un alto estado de erosión, corroídos por el tiempo.
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