Por Octavio César Mendoza
María Raquel Mendoza Gómez falleció el pasado 7 de junio, a la edad de 43 años, tras cuatro años y medio de lucha contra el cáncer que incluyó un par de cirugías del corazón, una mastectomía, la colocación de una vena aorta artificial, el despunte de dedos necrotizados y un centenar de tratamientos de quimio y radioterapia, así como de medicamentación continua.
Su lucha, sin embargo, no sólo fue por su vida, sino también por la vida de otras mujeres y personas afectadas por el cáncer, pues fundó la asociación humana «Aventón Rosa» que procura el traslado y la asistencia alimenticia de personas que requieren tratamiento de quimio y radioterapia, de su hogar al nosocomio y viceversa. Además, fungió como enlace de la Fundación Alma, dedicada a la reconstrucción mamaria y la colocación de implantes a sobrevivientes del cáncer de mama, lo que le ganó el título de líder de la Tribu de Sobrevivientes, y el reconocimiento estatal y nacional.
Entre la entrega del balón a equipos de fútbol profesional para llamar a las mujeres a cuidarse, y la distribución de juguetes y alimentos a hijas, hijos, abuelitas y abuelitos de personas enfermas de cáncer, Raquel hizo de su enfermedad un motor para ayudar a los demás.
En compañía de su madre, doña Elvia Gómez, sus hermanas y hermanos, sobrinas y sobrinos, amigas y amigos, así como de beneficiarias de sus acciones, fue despedida el día de ayer.
Su legado será continuado por otras mujeres y otros hombres que recibieron de ella el ejemplo de ayuda al prójimo, y ella será recordada como una mujer cuya frase más conocida, «Sé feliz, que la vida es breve», es un recordatorio de que el principal objetivo de la existencia humana es ser felices siendo útiles a los demás.
Descanse en paz, Raqui.
____
Seguiremos informando.
