Con un inquietante tono naranja y un penetrante olor a madera quemada, el humo proveniente de los devastadores incendios en Quebec, Canadá, ha alcanzado Nueva York y otras áreas del noreste de Estados Unidos (EE. UU.). Las impactantes imágenes compartidas en las redes sociales revelan cómo la ciudad de Nueva York se ve afectada por esta situación.
La contaminación se ha extendido hacia el oeste de EE. UU., alcanzando incluso Chicago, y hacia el sur hasta Atlanta. Esto ha llevado a la Agencia de Protección Ambiental a emitir alertas en una zona habitada por más de 100 millones de personas.
Por primera vez en mucho tiempo, una densa capa de contaminantes ha envuelto a la Estatua de la Libertad, el Puente de Brooklyn y los imponentes rascacielos de la Gran Manzana, tiñéndolos de un tono entre naranja y café. El edificio de las Naciones Unidas también se ve afectado por esta extraña luminosidad. Los vuelos en los aeropuertos internacionales LaGuardia y Newark Liberty han sido retrasados, y varios eventos deportivos han sido pospuestos como resultado de esta situación.
Las escuelas de la costa este de EE. UU. han cancelado todas las actividades al aire libre, los vuelos han sido interrumpidos y se ha instado a millones de estadounidenses a permanecer en sus hogares. Incluso el Servicio Meteorológico Nacional ha emitido alertas de calidad del aire para prácticamente toda la costa atlántica.