El origen de la tradición de este día se ubica dentro de la religión católica, y de acuerdo con la historia y la leyenda, fue la emperatriz Elena, madre de Constantino, quien en una peregrinación a Jerusalén, probablemente en el año 326 d. C., fue en busca de la cruz en la que murió Cristo.
Al llegar al lugar, encontró tres cruces después de realizar algunas excavaciones en el Monte del Gólgota; dos de ellas eran de los ladrones y la tercera la de Cristo, basado en las escrituras de la Biblia. Para saber cual de las tres correspondía a la de Jesús, Elena decidió tocar a una mujer mortalmente enferma con las tres cruces sucesivamente.
De acuerdo con los relatos históricos, las dos primeras no le causaron ninguna impresión, pero cuando fue tocada por la tercera cruz, se puso de pie, curada milagrosamente, de esta manera se dieron cuenta que la Santa Cruz había sido encontrada, detalló el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.
Basado en esto suceso, desde entonces el 3 de mayo se festeja el aniversario del descubrimiento de la Cruz. Estos festejos consistían en la representación del descubrimiento de la Cruz por la Emperatriz Elena, además de una misa, de adornar la Cruz y de organizar bailes enfrente de la Cruz.