¿Alguna vez dijiste “Sí” queriendo decir “No”? ¿Te cuesta expresar tus emociones y pensamientos de una forma clara y respetuosa tanto para ti como para los demás? La mayoría de las personas aceptamos pasivamente estas situaciones o bien, solemos caer en la peligrosa agresividad, sin embargo, existe una tercera forma de responder, respetándote a ti y a los otros, esto es por medio de la Asertividad.
El asertividad es una forma de comunicación que consiste en defender tus derechos, expresar tus opiniones y realizar sugerencias de forma honesta, pero sin caer en la agresividad o la pasividad, respetando a los demás, pero sobre todo respetando tus propias necesidades y valores, es decir, se trata de decir lo que realmente piensas controlando tu mensaje para que no sea demasiado agresivo o frágil.
Por fortuna, la asertividad es un comportamiento que se puede aprender y mejorar, se trata de una forma consciente de comunicar tus sentimientos sin dejarte llevar por tus emociones, y se sustenta sobre la autoestima y la confianza en ti mismo.
Ser asertivo sirve para exponer a los demás cuáles son tus verdaderos deseos y necesidades, para demostrar dignidad, autoconfianza y respeto por ti mismo, también es muy probable que las peticiones que hagas desde la comunicación asertiva tengan más posibilidades de tener éxito.
El asertividad te será útil para dar tu opinión o hacer una petición de forma natural y no como si le estuvieses pidiendo que te perdone la vida.
También te ayudará a expresar tus emociones negativas, (quejas, críticas, desacuerdos, etc.), y rechazar peticiones sin que los demás se sientan heridos o tú te sientas mal por decir que no. De igual manera te servirá para mostrar emociones positivas sin hacer cumplidos que parezcan demasiado volátil emocionalmente.
Pero ¿cómo puedo ser una persona más asertiva? El primer paso clave es sustituir los pensamientos negativos que te surgen cuando haces valer tus derechos, desecha pensamientos como “soy un mal amigo por no prestar dinero” y cámbialo por una visión más positiva como “merezco que me respeten y no puedo prestar dinero a una persona que nunca me lo ha devuelto”.
Aprende a defender TU VERDAD, no LA VERDAD, hablar de forma asertiva no transforma tu mensaje en la única verdad, pero si que lo transforma en tu verdad, espero que estes de acuerdo conmigo en que la verdad absoluta no existe, la verdad es un invento humano, damos por sentado que determinadas cosas son ciertas para así poder entender el mundo que nos rodea. Cada una de nuestras verdades se fundamenta en nuestras experiencias pasadas y conocimientos, eso te permite hablar desde tus verdades incluso cuando no son ciertas para los demás, y por este motivo debes escuchar también lo que los demás tienen que decir.
Y por último habla desde el “Ti” y no desde el “Tú”, incluso cuando no sea tu intención, es habitual que en las conversaciones intensas las demás personas perciban que las están culpando. Utilizar la palabra “Tú” en tus argumentos puede interpretarse fácilmente como una acusación y entonces, como mecanismo de defensa la gente se cierra y se distancia. Hablar desde ti te ayudará a expresar tus verdades sin hacer que la otra persona se sienta atacada o se ponga a la defensiva. En lugar de decir “Me has tratado muy mal estos días” puedes decir “Me siento triste por la forma en que me has tratado estos días”.
Comunicarnos asertivamente trae grandes beneficios a nuestra vida y nuestras relaciones interpersonales, y aunque es un proceso que toma su tiempo, poco a poco se volverá parte de nosotros, volviendo mucho más fácil nuestra forma de comulación y desenvolvimiento con los demás.
Estefanía López Paulín
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