El Síndrome de Fatiga Crónica o SFC es una enfermedad debilitante de la que todavía se desconoce la causa. Las personas que padecen esta enfermedad suelen sentir un cansancio extremo que influye en su vida cotidiana. No importa la cantidad de horas que duerma, aquellos pacientes que lo sufren suelen tener una sensación de cansancio extremo.
La fatiga crónica puede afectar cualquiera, pero suele ser más común entre mujeres de 40 a 60 años. Aunque fue un diagnóstico controvertido durante años, el día de hoy se sabe que existe una disfunción del sistema inmunitario entre los enfermos de SFC.
Uno de los problemas a los que se enfrentan los profesionales de la salud a la hora de diagnosticar este síndrome es la variedad de síntomas, ya que muchos de ellos se pueden atribuir a enfermedades que a menudo tardan años en diagnosticarse, aunque el SFC más que una enfermedad es considerado un conjunto de síntomas.
Algunos de los síntomas más frecuentes son: dolor de cabeza constante, áreas sensibles al tacto, dolor en las articulaciones, perdida de memoria, trastornos del sueño, trastornos alimenticios, etc.
Si crees que puedes padecer SFC, el primer paso es consultar un especialista. El médico realizará las pruebas necesarias para determinar alguna enfermedad o deficiencia nutricional.
El tratamiento para la fatiga crónica tiene como objetivo aliviar los síntomas y regula el funcionamiento del sistema digestivo.
Como recomendación te presentamos alimentos que no harán que la fatiga crónica desaparezca. Sin embargo, su ingesta podría ayudarte en el tratamiento de la fatiga crónica:
Jengibre: contiene propiedades antiinflamatorias.
Maca: estimula el sistema inmunitario.
Polen de abejas: es considerado como un revitalizante.
Semillas de cañamo: aporta magnesio.